En 2024, Canadá registró un récord de 8.5 mil millones de dólares canadienses en daños asegurados debido a fenómenos meteorológicos extremos. Las tormentas severas, los incendios forestales y las inundaciones fueron los mayores responsables, afectando tanto áreas rurales como urbanas. El cambio climático ha intensificado estos eventos, lo que aumenta su frecuencia y gravedad, especialmente durante los meses de verano.
Este aumento en los desastres naturales está elevando las primas de seguros, en particular en las áreas vulnerables a los incendios forestales. En regiones como la Columbia Británica, los residentes enfrentan mayores dificultades para acceder a seguros accesibles, mientras que algunos incluso han perdido la cobertura. Esto genera preocupaciones sobre la sostenibilidad del sistema de seguros en el futuro.
El aumento de los daños por fenómenos climáticos también destaca la necesidad urgente de una mayor preparación y resiliencia ante desastres. A medida que los eventos extremos se vuelven más comunes, la comunidad y el gobierno canadiense deberán colaborar para encontrar soluciones que mitiguen los impactos del cambio climático, protejan las propiedades y garanticen la viabilidad de los seguros en el país.