Canadá, entre el cambio climático y la producción de petróleo y gas

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Canadá se enfrenta a un dilema: ¿cómo puede ser un líder en la lucha contra el cambio climático y al mismo tiempo un gran productor de petróleo y gas, los combustibles fósiles que contribuyen al calentamiento global? Esta contradicción se ha hecho más evidente este año, cuando miles de incendios forestales han arrasado un área mayor que Florida y han emitido más de tres veces el CO2 que produce Canadá en un año.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha prometido alcanzar las “emisiones cero” para 2050, es decir, eliminar tanto gas de efecto invernadero de la atmósfera como el que se emite. También se ha comprometido a aumentar la ayuda financiera a los países en desarrollo para que se adapten al cambio climático. Sin embargo, al mismo tiempo, Canadá es el cuarto mayor productor de petróleo y el quinto de gas del mundo, y ha llevado a la última conferencia climática de la ONU, la COP27, la segunda mayor delegación de ejecutivos de combustibles fósiles de cualquier país, solo superada por Rusia.

Esto ha generado críticas de los defensores del medio ambiente, que consideran que Canadá no está haciendo lo suficiente para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, que en 2019 fueron un 21% más altas que en 2005. También ha provocado el descontento de algunas comunidades indígenas, que ven cómo sus tierras y sus modos de vida se ven amenazados por la explotación petrolera y los incendios forestales.

El ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Steven Guilbeault, ha reconocido que el sector del petróleo y el gas debe hacer su parte para alcanzar el objetivo de 2050, y ha anunciado que el gobierno presentará un plan para reducir las emisiones de este sector en los próximos meses. Guilbeault ha defendido que Canadá puede conciliar el desarrollo económico y la protección del clima, y ha señalado que el país está invirtiendo en energías renovables, transporte público, eficiencia energética y captura de carbono.

Sin embargo, algunos expertos dudan de que Canadá pueda cumplir sus compromisos climáticos sin dejar de depender de los combustibles fósiles, que representan el 10% de su producto interior bruto y el 19% de sus exportaciones. Según un informe del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, Canadá tendría que reducir su producción de petróleo y gas en un 74% para 2050 para estar en línea con el Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.

Los incendios forestales de este año, que han causado al menos 10 muertes y han obligado a evacuar a miles de personas, han sido un recordatorio de los efectos del cambio climático en Canadá, que se calienta el doble de rápido que el resto del mundo. También han puesto de relieve la necesidad de una transición energética que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero y proteja la biodiversidad y los derechos de los pueblos indígenas.


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