Canadá es un país que se enorgullece de su diversidad, su tolerancia y su democracia. Sin embargo, también es un país que enfrenta varios desafíos y riesgos que amenazan su seguridad y su estabilidad. Estos desafíos y riesgos provienen tanto de actores externos como internos, y requieren una respuesta firme y coherente por parte del gobierno y la sociedad canadiense.
Entre los actores externos que representan una amenaza para Canadá se encuentran países como China, Rusia e Irán, que buscan expandir su influencia y poder en el mundo, a costa de los intereses y valores de Canadá y sus aliados. Estos países han demostrado su capacidad de interferir en los asuntos internos de otros países, mediante el espionaje, el ciberataque, la desinformación, la coerción económica y la violación de los derechos humanos. Canadá ha sido víctima de algunas de estas acciones, como el arresto arbitrario de dos ciudadanos canadienses en China, la injerencia rusa en las elecciones canadienses y el derribo del vuelo 752 de Ukraine International Airlines por parte de Irán.
Entre los actores internos que representan una amenaza para Canadá se encuentran grupos extremistas, violentos y radicales, que se oponen a los principios y las instituciones democráticas de Canadá. Estos grupos se nutren del odio, el racismo, el fanatismo y el resentimiento, y buscan sembrar el caos y el miedo en la sociedad canadiense. Estos grupos han cometido actos de terrorismo, como el ataque a la mezquita de Quebec, el atropello en Londres y el asalto al Capitolio de Estados Unidos.
Ante estas amenazas, Canadá necesita fortalecer su defensa y su seguridad, tanto a nivel nacional como internacional. Esto implica aumentar el presupuesto y los recursos de las fuerzas armadas, los servicios de inteligencia y las agencias de seguridad. También implica reforzar la cooperación y la solidaridad con los países aliados, especialmente con Estados Unidos, el socio más importante de Canadá. Asimismo, implica promover la educación, la integración y el diálogo entre los diferentes sectores y comunidades de la sociedad canadiense, para prevenir y combatir el extremismo y la radicalización.
Canadá es un país que tiene mucho que ofrecer al mundo, pero también es un país que debe protegerse de las amenazas que lo acechan. Solo así podrá preservar su identidad, su soberanía y su bienestar.