Canadá se enfrenta a un crecimiento económico débil y a una inflación elevada, lo que obligará al Banco de Canadá a mantener los tipos de interés en niveles altos durante más tiempo de lo previsto, según un sondeo de Bloomberg a economistas.
La economía canadiense se contrajo un 0,4% en el tercer trimestre de 2023, según la mediana de las estimaciones de 16 economistas. Esto supone una caída mayor de la esperada y el primer retroceso desde el segundo trimestre de 2020. La principal causa fue la cuarta ola de la pandemia de COVID-19, que afectó al consumo, al turismo y a la producción industrial.
Sin embargo, los economistas esperan una recuperación en el cuarto trimestre, con un crecimiento del 2,4%, lo que evitaría una recesión técnica, definida como dos trimestres consecutivos de contracción. La mejora se debería a la reapertura de la economía tras el levantamiento de las restricciones sanitarias y al avance de la campaña de vacunación.
No obstante, el panorama para 2024 es menos optimista. Los economistas han rebajado sus previsiones de crecimiento para el próximo año del 3,2% al 2,8%, debido a los efectos negativos de la inflación y de los tipos de interés más altos. La inflación anual se situó en el 4,4% en septiembre, el nivel más alto desde 2003. El Banco de Canadá ha reconocido que la presión sobre los precios es mayor y más persistente de lo esperado y ha adelantado su calendario para subir los tipos.
Los economistas prevén que el Banco de Canadá eleve su tipo de interés de referencia del 0,25% actual al 0,5% en abril de 2024 y al 1% a finales de ese año. Esto supone un endurecimiento monetario más rápido que el anticipado por los mercados financieros, que descuentan una primera subida en junio y un tipo del 0,75% a finales de 2024.
Los economistas advierten que el Banco de Canadá se enfrenta a un difícil equilibrio entre contener la inflación y apoyar la recuperación económica. Por un lado, unos tipos más altos podrían enfriar el consumo y la inversión, especialmente en el sector inmobiliario, que ha sido uno de los motores del crecimiento durante la pandemia. Por otro lado, unos tipos demasiado bajos podrían alimentar las expectativas inflacionarias y erosionar el poder adquisitivo de los consumidores.
El Banco de Canadá tendrá que evaluar cuidadosamente los datos económicos y las condiciones financieras globales para determinar el ritmo y la magnitud de las subidas de tipos. Los economistas coinciden en que el banco central tendrá que ser transparente y comunicar claramente sus intenciones para evitar sorpresas desagradables y posibles turbulencias en los mercados.