
THE LATIN VOX (30 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un mundo cada vez más inestable, donde las tensiones geopolíticas parecen elevarse a diario, países como Finlandia y Suecia están mostrando el camino en cuanto a la preparación de sus ciudadanos para hacer frente a las amenazas emergentes.
Canadá, al fortalecer sus lazos de defensa con estos dos países, no solo busca afianzar su seguridad, sino también adoptar sus valiosas lecciones en cuanto a la preparación de la sociedad para la defensa colectiva.
Una preparación integral: El modelo finlandés
Uno de los ejemplos más notables de este enfoque es el concepto de seguridad integral que Finlandia ha implementado a lo largo de los años. Este modelo exige que cada ciudadano, cada negocio y cada funcionario gubernamental asuma un papel activo en la defensa del país.
El Ministerio de Defensa de Finlandia lo describe como un esfuerzo conjunto que abarca desde la milicia hasta las industrias y la sociedad civil. Todos tienen una responsabilidad compartida en la seguridad nacional, que va mucho más allá de la mera defensa militar.
En Finlandia, este modelo incluye desde la formación obligatoria de los jóvenes en el servicio militar hasta la preparación de los ciudadanos para ser autosuficientes en caso de emergencia.
Janne Kuusela, funcionario de alto rango en el Ministerio de Defensa, enfatiza que esta preparación comienza desde lo individual, destacando que sin la voluntad de la población de comprometerse, cualquier sistema de seguridad integral está condenado al fracaso.
Una lección de resiliencia: Prepararse para lo peor
Este enfoque se basa en la experiencia histórica de Finlandia, que en 1939 fue invadida por la Unión Soviética, en lo que se conocería como la Guerra de Invierno. A pesar de ser superados en número, los finlandeses ofrecieron una feroz resistencia, aunque tuvieron que ceder una parte de su territorio.
Esta experiencia ha forjado una cultura nacional de preparación ante cualquier amenaza, algo que sigue siendo crucial en un contexto donde Rusia sigue siendo una presencia ominosa en la región.
El riesgo persistente: Las amenazas de Rusia
Tanto Finlandia como Suecia han reconocido las crecientes amenazas de un régimen ruso cada vez más agresivo. Elina Valtonen, ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia, ha advertido sobre el potencial peligro de Rusia, especialmente después de la invasión a Ucrania, afirmando que el Kremlin sigue desarrollando un régimen imperialista que podría representar una amenaza real para los países vecinos.
Suecia, por su parte, ha mostrado una actitud similar. Viktoria Hjort Malmer, directora de política de defensa en el Ministerio de Defensa sueco, subraya que la amenaza rusa es “sistémica y a largo plazo”. Ambos países, al igual que Canadá, han reconocido que el riesgo está siempre presente, aunque no se han producido amenazas directas contra ellos, lo que obliga a una preparación constante ante lo peor.
Defensa total: El modelo sueco
Suecia, a diferencia de Finlandia, implementa un modelo conocido como «defensa total», que también involucra a todos los ciudadanos en la defensa del país. Bajo este sistema, los suecos entre 16 y 70 años tienen la obligación legal de servir en caso de una alerta elevada o guerra. Este servicio puede variar desde continuar con su trabajo en servicios esenciales hasta ser asignado a tareas de rescate o capacitación.
Sara Myrdal, de la Agencia Sueca de Contingencias Civiles, explicó cómo el gobierno ha implementado un enfoque práctico para asegurar que los ciudadanos estén preparados. El gobierno distribuyó un folleto titulado «En caso de crisis o guerra», que llegó a 5,2 millones de hogares el año pasado.
Este folleto, de color amarillo brillante, incluye instrucciones sobre cómo protegerse en caso de un ataque aéreo, los elementos esenciales para un kit de emergencia y primeros auxilios básicos.
Según Myrdal, la respuesta del público ha sido abrumadoramente positiva, con una fuerte sensación de responsabilidad por parte de los suecos ante estos escenarios.
Lecciones para Canadá: ¿Preparados para lo inimaginable?
Canadá ha comenzado a mirar más de cerca estos modelos nórdicos, buscando inspiración en sus enfoques para fortalecer la preparación de sus propios ciudadanos ante situaciones de crisis.
Si bien el país ya cuenta con un sistema robusto de defensa, la integración de conceptos como la seguridad integral o la defensa total podría enriquecer la preparación ante amenazas globales.
Myrdal sugiere que Canadá podría aprender de Suecia en cuanto a la educación de la población sobre la importancia de la preparación para lo peor, afirmando que el país podría beneficiarse de un enfoque similar para hablar abiertamente de los peores escenarios posibles. «Creo que tenemos cosas que aprender de ustedes, pero tal vez también puedan inspirarse en cómo abordamos estos temas con nuestra población», indicó Myrdal.
Hacia una defensa compartida
A medida que Canadá fortalece sus lazos con Finlandia y Suecia en el marco de la OTAN, las lecciones de estos países no son solo sobre armas y defensa militar, sino sobre cómo cada miembro de la sociedad tiene un rol en la defensa nacional.
Si bien la defensa activa sigue siendo la responsabilidad primaria de los militares, la defensa colectiva es un esfuerzo que debe involucrar a toda la población. El compromiso ciudadano con la seguridad nacional es, al fin y al cabo, la clave para garantizar un país preparado ante cualquier desafío.
En un mundo cada vez más inestable y marcado por tensiones geopolíticas, la preparación social para lo peor podría ser una de las claves para asegurar un futuro más seguro para Canadá y sus aliados.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: iStock