THE LATIN VOX (22 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
La agencia canadiense de inteligencia financiera, Financial Transactions and Reports Analysis Centre of Canada (FINTRAC), impuso hoy una sanción de C$ 176,9 millones (aproximadamente US$ 126 millones) a la empresa con sede en Columbia Británica Xeltox Enterprises Ltd., que opera bajo el nombre comercial Cryptomus. Se trata de la multa más alta jamás aplicada por esta entidad reguladora.
El cuerpo sancionador determinó que Cryptomus incurrió en múltiples infracciones al no reportar transacciones sospechosas que tenían relaciones plausibles con actividades criminales graves, incluyendo material de abuso sexual infantil, fraudes, pagos de ransomware y evasión de sanciones.
Detalles de las infracciones
Según el informe de FINTRAC:
- Hubo 1.068 casos en julio de 2024 en los que la empresa no presentó informes de transacciones frente a datos que sugerían vínculos con mercados de la darknet, monederos vinculados al crimen organizado y tráfico de criptomonedas.
- Se identificaron 7.557 transacciones entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2024 que provenían de Irán, país sujeto a sanciones, y que no fueron categorizadas como de alto riesgo ni reportadas como tal.
- También se detectaron 1.518 transferencias que superaban el umbral de C$ 10.000 en activo virtual en un solo mes, que no fueron notificadas a la agencia reguladora.
- FINTRAC concluyó que Cryptomus había presentado políticas y procedimientos “incompletos e inadecuados”, lo que comprometía la supervisión de clientes (know-your-client) y el monitoreo continuo de transacciones.
¿Por qué esta sanción es histórica?
- Magnitud inusual: La multa de C$ 176,9 millones supera considerablemente el récord anterior impuesto por FINTRAC (C$ 19,6 millones a otra firma de intercambio de criptomonedas en septiembre de 2025).
- Gravedad de las infracciones: Las transacciones omitidas tenían vínculos directos con delitos graves como el abuso sexual infantil, el ransomware o sanciones internacionales lo que elevó el nivel de riesgo y la respuesta reguladora.
- Señal reguladora clara: El caso marca un antes y después en el tratamiento de empresas de servicios en criptoactivos en Canadá, que hasta ahora habían estado bajo vigilancia creciente, pero sin multas de esta magnitud.
Reacción del mercado y del sector de criptomonedas
La noticia ha generado impacto inmediato en las plataformas de criptoactivos y en los servicios financieros que ofrecen intercambio o custodia de monedas digitales en Canadá:
- Algunas firmas advirtieron que esta sanción podría motivar revisiones de compliance más estrictas, mayores costos de operación y un endurecimiento regulatorio general para el sector.
- Inversores institucionales señalaron que esta medida refuerza la idea de que las autoridades ven las criptomonedas no solo como innovación financiera, sino como un área de riesgo regulado.
- Por otra parte, Cryptomus vasada en Vancouver aún no ha emitido una declaración pública que explique cómo actuará, aunque está legalmente obligada a pagar la multa y a adoptar correcciones sustantivas en su sistema interno.
Implicaciones regulatorias, legales y globales
Fortalecimiento del marco canadiense
Esta sanción subraya que Canadá está desarrollando una postura de tolerancia cero frente al lavado de dinero y a la financiación del terrorismo, incluso en el terreno de criptoactivos, un área donde algunos reguladores han sido acusados de lentitud.
Un aviso para el ecosistema global de criptomonedas
La acción de FINTRAC tiene repercusiones internacionales:
- Actúa como referencia para otros países que también buscan regular los servicios de intercambio de criptoactivos y aplicar sanciones severas.
- Refuerza la idea de que los activos digitales no están fuera del alcance del cumplimiento regulatorio, especialmente cuando se vinculan a actividades criminales.
Riesgos para la empresa y sus consumidores
Para Cryptomus:
- La multa representa un coste financiero significativo que puede afectar su viabilidad operativa.
- La organización debe revisar y reforzar su cumplimiento (compliance) interno, políticas de verificación de clientes, monitoreo de transacciones y reporte de actividades sospechosas.
- Existe riesgo de acciones legales adicionales, tanto civiles como penal-regulatorias, en Canadá y posiblemente en otras jurisdicciones.
Para los consumidores:
- La medida incrementa la exigencia de transparencia y auditoría a proveedores de servicios en criptoactivos.
- Aumenta la necesidad de precaución al usar plataformas de criptomonedas, verificando que operen bajo marcos regulatorios claros y estén sujetos a supervisión.
¿Cuáles son los próximos pasos esperados?
- FINTRAC podría requerir a Cryptomus presentar enplazo un plan de remediación que incluya mejoras en políticas internas, auditorías externas, capacitación de personal y medidas tecnológicas de monitoreo.
- Las autoridades canadiennes analizarán si este caso implica cambios normativos adicionales para los proveedores de servicios en criptoactivos: por ejemplo, requisitos más estrictos de registro, reporte y auditoría.
- Otras empresas del sector podrían reaccionar anticipándose a un mayor escrutinio regulatorio y reforzando sus propios controles internos.
- En el plano internacional, podría generarse una mayor cooperación entre reguladores de criptoactivos, compartiendo buenas prácticas y estándares de supervisión.
La sanción récord de C$ 176,9 millones impuesta a Cryptomus por FINTRAC representa un hito en la regulación de criptomonedas en Canadá y en el ámbito global: deber de control, riesgo de abuso y consecuencias reales para los infractores. Más allá del número, el mensaje es claro: ni las plataformas de criptomonedas están exentas de supervisión fiable, ni los entornos digitales son refugio para actividades delictivas sin consecuencias.
Para el sector de los activos digitales, este episodio será recordado como un punto de inflexión: la innovación financiera no está reñida con la responsabilidad regulatoria, y los fundamentos de confianza pública, transparencia y cumplimiento están cada vez más integrados. En última instancia, esta sanción marca que el mercado de criptomonedas evoluciona: hacia una fase en la que la seguridad y la integridad operativa no son opcionales, sino esenciales.
Fuente: /www.cbc.ca
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