
THE LATIN VOX (5 de julio del 2025). Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un momento decisivo para el futuro energético de Canadá, el gobierno federal anunció una inversión de $21.5 millones en cinco proyectos de captura y almacenamiento de carbono en Alberta, con el objetivo de acelerar tecnologías clave para reducir las emisiones industriales y combatir el cambio climático.
El ministro de Recursos Naturales, Tim Hodgson, confirmó que los fondos provienen del Programa de Innovación Energética, una iniciativa federal destinada a respaldar avances tecnológicos en la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas en inglés).
Proyectos con ambición climática
La inversión más significativa, de $10 millones, se destinará a Bow Valley Carbon Cochrane Ltd., una colaboración entre Inter Pipeline Ltd. y Entropy Inc., que instalará nuevos equipos en una planta de extracción de gas al noroeste de Calgary. El objetivo: capturar emisiones equivalentes a sacar más de 12.000 automóviles de circulación cada año.
Otros beneficiarios incluyen:
- Enbridge Inc., que recibirá $4 millones para desarrollar un centro de almacenamiento de carbono en el centro de Alberta.
- Enhance Energy Inc., con $5 millones para un proyecto similar en la misma región.
- Los fondos restantes apoyarán tecnologías de análisis mejorado y pruebas de captura de carbono a pequeña escala en motores diésel.
«Esta es una inversión en innovación, pero también en responsabilidad climática», señaló Hodgson. «Sabemos que la transición energética requiere soluciones prácticas y escalables que reduzcan emisiones sin frenar el desarrollo económico de nuestras regiones.»
En la sombra de un megaproyecto incierto
El anuncio federal llega en medio de crecientes dudas sobre el futuro de Pathways Alliance, un consorcio de seis grandes empresas de arenas bituminosas que propone construir uno de los sistemas de captura de carbono más grandes del mundo, valorado en $16.5 mil millones.
El proyecto busca capturar CO₂ de más de 20 instalaciones en el norte de Alberta y transportarlo 400 kilómetros hasta un centro de almacenamiento subterráneo en Cold Lake.
A pesar de su ambición, la decisión final de inversión aún no se ha tomado, y el respaldo financiero por parte de Ottawa y del gobierno provincial sigue siendo incierto.
¿Un pacto por el futuro energético?
La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha sugerido un «gran acuerdo» que combinaría la aprobación del proyecto de Pathways con la construcción de un nuevo oleoducto de crudo hacia la costa oeste del país.
Sin embargo, hasta el momento ninguna empresa ha propuesto construir esa nueva infraestructura, y el gobierno federal evalúa qué proyectos considerados de «interés nacional» recibirán revisiones regulatorias aceleradas según la nueva legislación aprobada en Ottawa.
Captura de carbono: ¿salvación o solución parcial?
Canadá se enfrenta a un delicado equilibrio entre sus compromisos climáticos y su economía basada en recursos. Alberta, corazón energético del país, también es uno de los mayores emisores de carbono.
Los defensores del CCUS argumentan que estas tecnologías permiten descarbonizar industrias intensivas sin cerrar empleos ni plantas. Los críticos, sin embargo, sostienen que son soluciones costosas que prolongan la dependencia de los combustibles fósiles.
Lo cierto es que el gobierno federal está apostando fuerte por la innovación climática, y Alberta se encuentra en el centro del debate —y de la acción.
Cabe resaltar que mientras el mundo busca reducir sus emisiones con urgencia, Canadá está invirtiendo en soluciones tecnológicas que podrían cambiar el rumbo de su industria energética. La pregunta sigue siendo si estas inversiones serán suficientes —y si llegarán a tiempo.
Crédito fotográfico: Darren Makowichuk /Postmedia