El 8 de enero de 2025, el Departamento de Estado de los Estados Unidos declaró que las fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han cometido genocidio en Darfur durante el conflicto actual en Sudán. Además, sancionó al comandante de las RSF, Mohammed Hamdan Dagalo, y a siete empresas vinculadas a este grupo por las atrocidades cometidas.
En respuesta, el Centro Raoul Wallenberg para los Derechos Humanos (RWCHR), una organización canadiense dedicada a la justicia internacional, ha instado al gobierno de Canadá a unirse a Estados Unidos y reconocer formalmente que se está perpetrando un genocidio en Sudán. El RWCHR, fundado por Irwin Cotler, exministro de Justicia y fiscal general de Canadá, ha estado activo en la defensa de los derechos humanos a nivel global.
La situación en Darfur ha sido alarmante, con informes de limpieza étnica y crímenes contra la humanidad. En mayo de 2024, Human Rights Watch documentó ataques de las RSF y milicias aliadas en El Geneina, capital del estado de Darfur Occidental, que resultaron en miles de muertes y cientos de miles de refugiados. Estos ataques se dirigieron predominantemente contra la etnia Massalit y otras comunidades no árabes, con el aparente objetivo de expulsarlas permanentemente de la región.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en Sudán. Un experto de la ONU advirtió sobre el riesgo creciente de genocidio en la ciudad de El Fasher, en Darfur, destacando la necesidad de una acción urgente para prevenir atrocidades masivas.
El RWCHR ha enfatizado la importancia de que Canadá tome una posición firme y se una a Estados Unidos en la condena de las acciones de las RSF como genocidio. Argumentan que una declaración formal fortalecería los esfuerzos internacionales para responsabilizar a los perpetradores y movilizaría recursos para proteger a las poblaciones vulnerables en Sudán.
Hasta la fecha, el gobierno canadiense no ha emitido una declaración oficial sobre la designación de genocidio en Sudán. Sin embargo, Canadá ha sido históricamente un defensor de los derechos humanos y ha participado en iniciativas internacionales para abordar crisis humanitarias. La decisión de unirse a la declaración de Estados Unidos podría influir en la respuesta global al conflicto en Sudán y en los esfuerzos para prevenir futuras atrocidades.
La situación en Sudán sigue siendo volátil, y la comunidad internacional enfrenta el desafío de responder de manera efectiva para proteger a las poblaciones en riesgo y garantizar que los responsables de crímenes atroces rindan cuentas por sus acciones.