
THE LATIN VOX (6 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En medio de un contexto internacional marcado por la creciente competencia tecnológica y las tensiones geopolíticas, el gobierno canadiense ha anunciado una ambiciosa estrategia para modernizar sus capacidades de defensa mediante una inversión sin precedentes en innovación militar. La medida busca fortalecer la soberanía del país, garantizar la seguridad de sus fronteras especialmente en el Ártico y posicionar a Canadá como un actor clave en la nueva era de la defensa digital.
La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Defensa Nacional, tiene como objetivo integrar tecnologías avanzadas como inteligencia artificial (IA), sistemas autónomos, robótica y análisis de datos en tiempo real dentro de las operaciones militares. El programa forma parte de una revisión más amplia del papel de Canadá dentro de la OTAN y sus compromisos con la defensa colectiva occidental, en un momento en que aliados como Estados Unidos y Reino Unido están acelerando proyectos similares.
Según fuentes gubernamentales, el nuevo plan se centrará en mejorar la interoperabilidad de las fuerzas armadas con los socios internacionales, invertir en ciberdefensa y fortalecer la capacidad de respuesta ante amenazas emergentes, desde ataques cibernéticos hasta conflictos híbridos. La ministra de Defensa, Anita Anand, declaró que “la seguridad de Canadá depende de su capacidad para innovar más rápido que quienes buscan amenazarla. Nuestra defensa ya no solo está en los campos de batalla físicos, sino también en el ciberespacio, en la información y en la tecnología”.
El papel de la industria tecnológica canadiense
El plan también contempla una colaboración estrecha entre el gobierno y el sector privado, incentivando a las empresas tecnológicas nacionales a desarrollar soluciones de defensa “made in Canada”. Compañías de inteligencia artificial, ciberseguridad y automatización de todo el país podrán acceder a contratos y subvenciones para proyectos militares estratégicos.
Expertos advierten que esta colaboración público-privada podría transformar radicalmente la economía tecnológica del país. “Canadá tiene el talento, los recursos y la experiencia académica necesarios para convertirse en un líder en defensa digital. Lo que hacía falta era una estrategia clara y una inversión sostenida, y ahora la tenemos”, comentó la analista militar Erin O’Donnell en entrevista con CBC.
Desafíos éticos y de soberanía
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de controversia. Organizaciones de derechos civiles han expresado preocupación por el uso de inteligencia artificial en contextos bélicos y por la falta de transparencia en algunos contratos. Grupos pacifistas también temen que Canadá esté avanzando hacia una “militarización tecnológica” que pueda comprometer sus tradicionales posturas diplomáticas de paz y mediación.
El gobierno ha respondido asegurando que se implementarán protocolos éticos y marcos legales robustos para garantizar el uso responsable de las nuevas herramientas. “Queremos una defensa moderna, pero también una defensa con valores”, afirmó Anand.
El Ártico como prioridad estratégica
Uno de los focos principales del nuevo plan es el norte del país, donde el deshielo ha reabierto rutas marítimas estratégicas y ha intensificado la competencia con Rusia y China. El programa prevé desplegar sistemas de vigilancia autónoma, sensores satelitales y drones de largo alcance para monitorear el territorio ártico y proteger los intereses canadienses.
“El Ártico es nuestro punto más vulnerable y, al mismo tiempo, nuestro activo más valioso”, señaló un portavoz militar. “Necesitamos tecnología de vanguardia para mantenerlo bajo control canadiense”.
Un cambio de era en la defensa nacional
Con este paso, Canadá se une al grupo de países que están reconfigurando sus fuerzas armadas para adaptarse a las guerras del futuro, donde la superioridad tecnológica será tan decisiva como la fuerza militar tradicional.
La inversión que se estima en varios miles de millones de dólares a lo largo de la próxima década representa no solo un cambio de estrategia, sino también un intento de redefinir el papel de Canadá dentro del tablero global.
“Estamos entrando en una nueva era. No se trata solo de tener más soldados o más armas, sino de tener más inteligencia, más innovación y más resiliencia”, concluyó la ministra Anand.
Fuente: www.cbc.ca
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