
THE LATIN VOX (2 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En una decisión que marca un hito en la protección animal en Canadá, el gobierno federal ha rechazado la solicitud del parque marino Marineland para exportar sus belugas restantes hacia el Chimelong Ocean Kingdom en China. La ministra de Pesca, Joanne Thompson, argumentó que aprobar la exportación equivaldría a perpetuar una vida de cautiverio y explotación en espectáculos públicos. Esta decisión asume especial importancia en el contexto de una ley federal canadiense de 2019 que prohíbe la captura, cría y venta de cetáceos para entretenimiento.
Con esta medida, Canadá obliga a Marineland a explorar alternativas internas más éticas para sus animales, mientras reafirma su compromiso con estándares más elevados de bienestar animal y abre una nueva fase en el debate sobre la viabilidad del cautiverio marino en parques temáticos.
Marineland bajo presión: contexto histórico y situación actual
El parque y su legado controvertido
Marineland, ubicado en Niagara Falls, Ontario, opera como parque de atracciones, acuario y zoológico. Desde su apertura en 1961, ha sido un punto turístico importante, pero también objeto de críticas constantes por su manejo de animales marinos.
Desde 2019, 20 cetáceos del parque (19 belugas y 1 orca) han muerto, lo que avivó denuncias de condiciones deficientes, negligencia o infraestructura inadecuada para estos animales.
La orca Kiska, conocida como “la orca más solitaria del mundo”, fue la última sobreviviente de su especie en cautiverio en ese recinto y falleció en 2023. Con su muerte, Canadá quedó sin orcas cautivas.
La ley canadiense contra el cautiverio de cetáceos
El “Ending the Captivity of Whales and Dolphins Act” (Ley para terminar el cautiverio de ballenas y delfines), aprobada en 2019, prohíbe la captura, cría y comercio de nuevos cetáceos destinados al entretenimiento en Canadá. No obstante, permite que los individuos ya cautivos permanezcan en instalaciones existentes bajo ciertas condiciones.
Esta ley sentó las bases legales para el rechazo de nuevas solicitudes como la de Marineland: aunque el parque puede mantener los cetáceos que ya posee, no puede expandir su población ni venderla legalmente.
Marineland pide la exportación: argumento y rechazo
Marineland había solicitado autorización para exportar sus 30 belugas restantes al acuario chino Chimelong, argumentando que esa era la solución más viable para ofrecerles un nuevo hogar con mejores condiciones y asegurar su supervivencia a largo plazo.
Sin embargo, la ministra Thompson rechazó la petición al declarar que “no podía aprobar con buena conciencia una exportación que prolongara el sufrimiento que estos belugas han soportado”.
El gobierno canadiense también advirtió que solo revisará solicitudes de exportación que se alineen con los requisitos de la ley federal y garanticen un trato verdaderamente digno y responsable.
Reacciones y tensiones nacionales
Del lado del gobierno y bienestar animal
El primer ministro provincial de Ontario, Doug Ford, expresó su decepción por la decisión federal, pero se comprometió a colaborar para asegurar que los animales tengan un “hogar adecuado” dentro o fuera del país.
Por su parte, organizaciones defensoras de animales y ex entrenadores como Phil Demers han acogido la decisión como una victoria parcial, aunque advierten que el verdadero desafío estará en liberar a los animales del parque o trasladarlos a santuarios con estándares éticos.
Grupos como Whale Sanctuary Project, que planean refugios marinos adecuados en Canadá, han sido mencionados como posibles destinos futuros para los belugas, aunque aún enfrentan desafíos logísticos, financieros y de permisos.
Críticas al parque y su administración
Marineland ha estado cerrado durante la temporada 2025 y enfrenta dudas sobre su viabilidad operativa.
Sus representantes manifestaron que la exportación era esencial para asegurar la salud de los animales y evitar su declive en condiciones precarias. Alegaron que otras opciones dentro de Canadá no estaban disponibles.
Activistas han señalado que Marineland ha venido operando durante años con inspecciones frecuentes (más de 200 desde 2020) y múltiples órdenes de cumplimiento, evidenciando problemas recurrentes en el bienestar de sus habitantes acuáticos.
Desafíos de encontrar un nuevo hogar para los belugas
Santuarios adecuados y logística de traslado
La principal barrera para reubicar los belugas dentro de Canadá —o incluso trasladarlos al extranjero— es la falta de instalaciones con estándares de bienestar adecuados que puedan recibir cetáceos cautivos. Las condiciones de agua, espacio, clima y atención veterinaria son factores críticos.
Los santuarios en el Atlántico canadiense planeados por organizaciones como Whale Sanctuary Project aún no están operativos, y su capacidad es limitada frente al número de animales en Marineland.
Además, mover ballenas conlleva un riesgo considerable de estrés, mortalidad o deterioro si no se realizan planes de traslado rigurosos con expertos marinos.
Situación legal y financiera del parque
Marineland enfrenta presión legal, cumplimiento regulatorio y la necesidad de financiar el cuidado continuo a los animales durante el proceso de transición.
El parque ha sido dividido en parcelas bajo un plan financiero que le permite tomar préstamos garantizados por tierra no desarrollada, con la condición de que los animales sean trasladados. Esto sugiere que la eventual venta del terreno depende del desalojo de los cetáceos.
Impacto simbólico y reflexión global
La decisión canadiense tiene un valor simbólico fuerte: Canadá, país con leyes progresistas sobre derechos animales, ha planteado un límite legal al comercio de cetáceos para espectáculos. La negativa fortalece la postura de que el entretenimiento basado en animales marinos es insostenible y éticamente obsoleto.
Para otros países con parques marinos, este caso sirve como advertencia: la opinión pública, la presión legal y cambios normativos pueden hacer inviable el negocio del espectáculo marino si no se adaptan a estándares de bienestar modernos.
Posibles escenarios futuros
- Reubicación gradual en santuarios canadienses
Si surgen espacios adecuados, los belugas podrían trasladarse dentro del país a santuarios costeros. - Colaboración internacional de reubicación
En algunos casos, tras debate legal, se podría negociar mover animales hacia instalaciones en otros países con mayor capacidad, siempre garantizando estándares éticos. - Mantenimiento en Marineland bajo supervisión estricta
Como medida temporal, los belugas podrían permanecer en Marineland con mejoras sustanciales de condiciones y supervisión regulatoria reforzada. - Cierre definitivo del parque o reforma radical
Si la presión y las regulaciones lo exigen, Marineland podría transformarse completamente o cesar operaciones con animales marinos.
Fuente: edition.cnn.com
Foto: www.wral.com