
En un intento por demostrar a Estados Unidos que está abordando con seriedad la crisis del fentanilo, el gobierno federal de Canadá ha designado a Kevin Brosseau, exsubcomisionado de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), como el nuevo «zar del fentanilo». Esta medida se inscribe en una serie de compromisos asumidos por el primer ministro Justin Trudeau ante el presidente estadounidense Donald Trump para evitar la imposición de aranceles generalizados a las importaciones canadienses.
Brosseau, quien también se desempeñó recientemente como asesor adjunto de seguridad nacional e inteligencia del primer ministro, tendrá la responsabilidad de coordinar los esfuerzos nacionales e internacionales para combatir el tráfico de esta letal droga. «El fentanilo es una droga mortal que debe ser erradicada de nuestras comunidades», declaró Trudeau en un comunicado oficial. «La designación de Kevin Brosseau como zar del fentanilo acelerará los esfuerzos de Canadá para detectar, interrumpir y desmantelar el comercio de esta sustancia, en colaboración con Estados Unidos».
La creación del cargo de zar del fentanilo fue parte de las medidas de control fronterizo que Trudeau prometió a Trump el pasado 3 de febrero, en un intento por evitar la imposición de un arancel del 25% sobre las importaciones canadienses y un gravamen del 10% sobre la energía y los minerales críticos. Tras la conversación entre ambos mandatarios, Trump anunció una suspensión temporal de 30 días en la aplicación de estos impuestos.
Como parte del acuerdo, Trudeau también se comprometió a designar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas y a implementar medidas de seguridad fronteriza por un valor de 1.300 millones de dólares a lo largo de seis años, lo que incluye la adquisición de helicópteros Black Hawk.
El ministro de Seguridad Pública, David McGuinty, destacó que el nuevo zar tendrá un papel fundamental en la lucha contra el fentanilo, actuando como un puente entre los distintos niveles de gobierno y garantizando una estrategia coordinada. «Desde ciudades y provincias hasta nuestras fronteras internacionales, esta persona deberá trabajar con todos los niveles de gobierno, con credibilidad y como un jugador clave en el equipo», explicó McGuinty.
Brosseau, quien sirvió en la RCMP durante más de 20 años y fue comandante en Manitoba, cuenta con una amplia experiencia en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas. Su papel será integrar los esfuerzos de las fuerzas del orden público, los fiscales generales provinciales y los laboratorios del Departamento de Salud, que rastrean los productos químicos precursores utilizados en la fabricación de fentanilo. También trabajará en estrecha colaboración con el Departamento de Asuntos Globales para negociar con China y México, dos de los principales puntos de origen de los insumos y la producción de esta droga.
«El zar del fentanilo estará involucrado en coordinar todos estos esfuerzos para superar los desafíos y ejecutar un plan destinado a minimizar, si no eliminar, el fentanilo del suelo canadiense», subrayó McGuinty.
Las autoridades canadienses han argumentado reiteradamente en Washington que el tráfico de fentanilo desde Canadá hacia Estados Unidos es insignificante en comparación con el que proviene de México. Sin embargo, la Casa Blanca justificó su amenaza de aranceles citando el decomiso de 43 libras (aproximadamente 19,5 kilogramos) de fentanilo en la frontera norte durante el último año fiscal, lo que representó un aumento del 2.050% respecto al año anterior, cuando solo se incautaron dos libras.
No obstante, según una investigación del diario The Globe and Mail, aproximadamente un tercio de ese total provino de una incautación realizada en Spokane, Washington, a más de 150 kilómetros de la frontera canadiense. Esta operación llevó a la detención de tres ciudadanos mexicanos y no tiene ningún vínculo conocido con Canadá.
La decisión de nombrar un zar del fentanilo también se produce en el contexto de una creciente presión comercial por parte de Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos diplomáticos canadienses, Trump continúa utilizando el tema del fentanilo como justificación para presionar a Ottawa en otros frentes, como el gasto en defensa y los déficits comerciales bilaterales.
Eric Miller, presidente de la firma consultora Rideau Potomac Strategy Group, con sede en Washington, señaló que los aranceles son una medida inevitable bajo la administración Trump. «No estoy seguro de que haya mucho que pueda cambiar la opinión de Donald Trump en este punto», afirmó Miller. «Es probable que solo se replantee su postura cuando los mercados bursátiles y los precios de productos y energía se vean afectados».
Doug Ford, primer ministro de Ontario, sostuvo que la amenaza arancelaria de Trump es una táctica de negociación previa a la revisión obligatoria del Tratado entre Canadá, Estados Unidos y México (T-MEC), prevista para 2026. «Trump no quiere esperar hasta la revisión formal, así que Canadá debería estar abierto a negociar un acuerdo», afirmó Ford. «La única certeza en ambas economías ahora mismo es la incertidumbre».
Con la designación de Kevin Brosseau como zar del fentanilo, Canadá busca demostrar a su vecino del sur su compromiso en la lucha contra esta crisis sanitaria global. Sin embargo, a medida que la relación entre ambos países se torna más tensa, queda por ver si estas medidas serán suficientes para evitar un enfrentamiento comercial de mayor escala.