
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles del 25% a todas las importaciones provenientes de Canadá y México, citando preocupaciones de seguridad fronteriza y comercio injusto. Esta medida ha generado preocupación en Canadá, donde expertos consideran que el país tiene una base sólida para desafiar legalmente estos aranceles bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Posible impugnación bajo el T-MEC
El T-MEC, que reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), establece mecanismos de resolución de disputas para abordar medidas comerciales que una parte considere injustas o incompatibles con el acuerdo. Canadá podría argumentar que los aranceles propuestos por Trump violan las disposiciones del T-MEC que prohíben restricciones comerciales injustificadas entre los países miembros.
Sin embargo, aunque Canadá tenga una posición legal favorable, el proceso de resolución de disputas puede ser prolongado. Además, existe incertidumbre sobre si Estados Unidos acataría una decisión adversa, dado el historial de la administración Trump de cuestionar y, en algunos casos, ignorar fallos internacionales que considera contrarios a sus intereses nacionales.
Implicaciones económicas y políticas
La imposición de aranceles podría tener repercusiones económicas significativas para ambos países. En Canadá, sectores como el automotriz, agrícola y manufacturero podrían enfrentar desafíos debido al aumento de costos y posibles disminuciones en las exportaciones. Por otro lado, los consumidores estadounidenses podrían experimentar incrementos en los precios de productos importados desde Canadá.
Políticamente, esta medida podría tensar aún más las relaciones entre Ottawa y Washington. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha enfatizado la importancia de mantener una relación comercial justa y mutuamente beneficiosa, y ha indicado que Canadá responderá de manera firme a cualquier acción que considere perjudicial para sus intereses económicos.