
THE LATIN VOX (26 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gigante estatal Canada Post atraviesa su peor momento financiero en años, al reportar una pérdida antes de impuestos de 407 millones de dólares canadienses en el segundo trimestre de 2025.
Este resultado representa la mayor caída trimestral en su historia, impulsada por una crisis de confianza y una drástica caída del 37% en sus ingresos por envíos de paquetes.
La incertidumbre provocada por un prolongado conflicto laboral con su principal sindicato, el Sindicato Canadiense de Trabajadores Postales (CUPW, por sus siglas en inglés), ha llevado a una pérdida de clientes clave, quienes han optado por servicios de mensajería más estables.
Solo en junio, cuando la tensión laboral alcanzó su punto máximo, se acumuló más de la mitad de las pérdidas del primer semestre del año.
Un conflicto que paraliza
Desde mayo, el sindicato CUPW ha iniciado acciones laborales que incluyen la negativa a realizar horas extra, una medida que ha afectado gravemente la operación de Canada Post en todo el país. Esto ocurre tras una huelga nacional de 32 días a finales de 2024, que ya había deteriorado la imagen y fiabilidad del servicio postal.
La situación se agravó el 1 de agosto, cuando el Consejo Canadiense de Relaciones Industriales informó que la mayoría de los trabajadores rechazaron las ofertas finales de nuevos convenios colectivos por parte de la empresa. Las negociaciones siguen estancadas, mientras se intensifica la presión sobre una entidad que ha acumulado más de 4.200 millones de dólares en pérdidas antes de impuestos desde 2018.
Paquetes que no llegan… y clientes que no vuelven
El servicio de paquetería —uno de los pilares de ingresos de la corporación— sufrió un desplome sin precedentes. Durante el segundo trimestre, los ingresos por este segmento cayeron en 288 millones de dólares, mientras que el volumen de paquetes descendió en 25 millones de unidades respecto al mismo período de 2024. En el acumulado del semestre, la pérdida en este rubro asciende a 482 millones de dólares.
“La incertidumbre laboral empujó a nuestros clientes hacia competidores que garantizaban entregas sin interrupciones”, reconoció la entidad en su comunicado oficial.
Algunas luces en medio de la tormenta
No todo fue negativo. El segmento de Correo Transaccional, tradicionalmente en declive, experimentó un repunte inesperado. Los envíos vinculados a las elecciones federales y el aumento de las tarifas postales generaron un alza del 28% en los ingresos de este sector en el segundo trimestre.
Sin embargo, el segmento de Marketing Directo también sufrió una baja: los ingresos cayeron un 7,5%, con una pérdida de 175 millones de piezas postales, ya que los anunciantes temían que sus campañas se quedaran atrapadas en un sistema colapsado.
Una estructura en crisis
Pese a una leve reducción del 0,9% en los costos operativos —gracias a la caída de volúmenes y a medidas de austeridad como la reducción de personal directivo—, los aumentos salariales y las presiones laborales compensaron con creces cualquier ahorro. El resultado: una pérdida operativa de 396 millones de dólares en el segundo trimestre, que se amplía a 507 millones en el primer semestre.
La compañía, que se financia exclusivamente con la venta de sus servicios —sin recurrir a fondos públicos—, parece encaminarse a superar su pérdida récord de 841 millones de dólares registrada en todo 2024. De continuar la tendencia, 2025 podría convertirse en el peor año en la historia de la entidad.
¿Es posible salvar el servicio postal?
La situación de Canada Post plantea serias preguntas sobre la viabilidad de su modelo actual en un mundo dominado por servicios privados de mensajería y una demanda decreciente por el correo tradicional.
“La necesidad de modernización es urgente”, advierte el comunicado de la empresa. “El servicio postal es vital para millones de canadienses, pero necesita reformas estructurales profundas para sobrevivir.”
Mientras tanto, empresas privadas como Purolator —subsidiaria de Canada Post— continúan generando ganancias, con un beneficio de 82 millones en el segundo trimestre, lo que subraya la brecha creciente entre el operador estatal y sus competidores.
Con el futuro del servicio postal nacional en juego, la pregunta es si Canadá podrá reinventar uno de sus símbolos institucionales antes de que las pérdidas terminen por sellar su destino.
Crédito fotográfico: Global News