Canadá ha expresado su rechazo a las acusaciones de Estados Unidos de que está subsidiando injustamente a su industria de la madera blanda, que se utiliza principalmente para la construcción de viviendas. El gobierno canadiense ha calificado de “infundadas” y “sin base legal” las medidas antidumping y compensatorias impuestas por Estados Unidos a las importaciones de madera blanda canadiense.
El ministro de Comercio Internacional de Canadá, François-Philippe Champagne, ha afirmado que las acciones de Estados Unidos son “injustas, arbitrarias y perjudiciales” para los trabajadores y consumidores de ambos países. Según Champagne, Canadá defenderá “vigorosamente” los intereses de su sector forestal, que emplea a más de 200.000 personas en todo el país.
La disputa comercial entre Canadá y Estados Unidos por la madera blanda se remonta a décadas atrás, y se ha intensificado desde que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo en 2017. Trump ha acusado a Canadá de tener un sistema injusto de gestión de sus bosques públicos, que según él permite a los productores canadienses vender su madera a precios más bajos que los del mercado.
Sin embargo, Canadá sostiene que su sistema es legítimo y que respeta las normas internacionales de comercio. Además, argumenta que las tarifas impuestas por Estados Unidos encarecen el costo de la vivienda para los consumidores estadounidenses, que dependen en gran medida de la madera blanda canadiense para sus proyectos de construcción.
Canadá ha recurrido a varios mecanismos de solución de controversias para resolver el conflicto, incluyendo el Capítulo 19 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo Transpacífico (TPP). Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado un acuerdo satisfactorio para ambas partes.