Canadá se enfrenta a duras críticas por parte de otros países y organizaciones ambientalistas por su escaso avance en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el cumplimiento de sus compromisos climáticos.
Según un informe publicado por la organización Climate Action Network International, Canadá es uno de los países que más contribuye al calentamiento global y que menos hace para evitarlo. El informe evalúa el desempeño de 57 países y la Unión Europea en materia de acción climática, y sitúa a Canadá en el puesto 54, solo por encima de Arabia Saudita, Australia y Estados Unidos.
El informe señala que Canadá tiene una de las mayores intensidades de emisiones per cápita del mundo, y que sus planes actuales para reducir los GEI son insuficientes para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C. Además, el informe critica la falta de coherencia entre las políticas federales y provinciales, y el apoyo continuo del gobierno canadiense a los sectores más contaminantes, como el petróleo y el gas.
Estas críticas se han hecho eco en la cumbre mundial sobre el clima COP26, que se celebra en Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre. Allí, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha reiterado su compromiso de reducir las emisiones de GEI de Canadá en un 40-45 % para 2030 respecto a los niveles de 2005, y de alcanzar la neutralidad carbónica para 2050.
Sin embargo, estas promesas no han convencido a muchos líderes mundiales y activistas climáticos, que han cuestionado la credibilidad y la ambición de Canadá. Por ejemplo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha dicho que Canadá debe hacer más para cumplir con sus objetivos climáticos, y ha instado a Trudeau a dejar de subvencionar los combustibles fósiles. Por su parte, la joven activista sueca Greta Thunberg ha calificado la acción climática de Canadá como una “vergüenza” y una “traición” a las generaciones futuras.
Ante estas presiones, Trudeau ha defendido su plan climático y ha asegurado que Canadá está trabajando con otros países para acelerar la transición hacia una economía verde y resiliente. Asimismo, ha anunciado nuevas medidas para apoyar a los países en desarrollo en su adaptación al cambio climático y en su acceso a las energías renovables.
No obstante, muchos expertos coinciden en que Canadá debe hacer más y mejor para demostrar su liderazgo climático y cumplir con sus compromisos internacionales. Según un estudio reciente de la Universidad McGill, Canadá tendría que reducir sus emisiones de GEI en un 60 % para 2030 respecto a los niveles de 2005 para estar en línea con el objetivo del 1,5 °C. Esto implicaría tomar medidas drásticas como eliminar gradualmente la producción y el consumo de petróleo y gas, aumentar la eficiencia energética, impulsar las energías limpias y poner un precio más alto al carbono.