
THE LATIN VOX (31 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una declaración histórica que marca un giro trascendental en su política exterior, el primer ministro canadiense Mark Carney anunció que Canadá reconocerá oficialmente al Estado de Palestina durante la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de este año.
La decisión, respaldada por décadas de compromiso canadiense con una solución de dos Estados, representa un fuerte llamado internacional a renovar el camino hacia una paz duradera en Medio Oriente.
“Canadá ha estado comprometido durante mucho tiempo con una solución de dos Estados – un Estado palestino independiente, viable y soberano, que coexista en paz y seguridad junto al Estado de Israel”, declaró Carney desde Ottawa. Sin embargo, señaló que ese ideal se ha visto “gravemente erosionado” en los últimos años por una serie de acontecimientos que han socavado las bases del proceso de paz.
Entre esos factores, Carney citó la amenaza constante del terrorismo de Hamás —acentuada por el brutal ataque del 7 de octubre de 2023—, el crecimiento acelerado de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, el aumento de la violencia de colonos contra civiles palestinos, y la reciente aprobación por el Parlamento israelí (la Knéset) de medidas para anexar Cisjordania.
Además, criticó la incapacidad del gobierno israelí para abordar la catastrófica situación humanitaria en Gaza, donde el acceso a alimentos y suministros básicos sigue siendo limitado. “El sufrimiento civil no permite más demoras en una acción internacional coordinada que respalde la paz, la seguridad y la dignidad de toda vida humana”, afirmó el primer ministro.
Reconocimiento condicionado
El reconocimiento canadiense no será incondicional. Está supeditado a una serie de reformas claves por parte de la Autoridad Palestina. Carney subrayó el compromiso del presidente Mahmoud Abbas de reformar profundamente la gobernanza palestina, realizar elecciones generales en 2026 sin la participación de Hamás, y avanzar hacia una desmilitarización del futuro Estado palestino.
“Preservar la solución de dos Estados significa apoyar a todas las personas que eligen la paz por encima de la violencia o el terrorismo”, sostuvo Carney, agregando que Canadá aumentará sus esfuerzos para apoyar una gobernanza democrática y eficaz en Palestina.
Un equilibrio difícil
El anuncio también reafirma el apoyo inquebrantable de Canadá al derecho de existencia de Israel como Estado soberano en paz y seguridad. “Cualquier camino hacia una paz duradera para Israel también requiere un Estado palestino viable y estable, que reconozca el derecho inalienable de Israel a la seguridad”, declaró.
Carney fue enfático al exigir que Hamás libere inmediatamente a todos los rehenes tomados durante el ataque del 7 de octubre, se desarme y no tenga ningún rol en el futuro gobierno palestino.
Ayuda humanitaria y alianzas internacionales
Canadá ha comprometido más de 340 millones de dólares en ayuda humanitaria para aliviar la crisis en Gaza, incluidos 30 millones en nuevos fondos dirigidos a atender las necesidades de la población civil palestina y 10 millones destinados a fortalecer la capacidad de gobernanza en Cisjordania.
Asimismo, Ottawa trabajará con sus socios internacionales para desarrollar un plan de paz creíble que incluya estructuras de gobernanza, seguridad y distribución masiva de ayuda humanitaria.
Un momento decisivo
La decisión de Canadá se produce en un momento de creciente frustración global por la falta de avances en el proceso de paz. Para algunos analistas, el anuncio podría desencadenar una ola de reconocimientos similares por parte de otros países occidentales, presionando tanto a Israel como a Palestina para reiniciar un diálogo que hoy parece estancado.
Con esta postura, Canadá se posiciona como un actor diplomático decidido a impulsar una solución justa y duradera en la región. El reconocimiento del Estado palestino, condicionado a reformas democráticas y el abandono de la violencia, puede convertirse en una nueva piedra angular para la paz en Medio Oriente.
Crédito fotográfico: The Canadian Press