En un movimiento significativo, el gobierno canadiense ha anunciado nuevas medidas para reducir el número de permisos de estudio y trabajo otorgados a estudiantes internacionales y trabajadores extranjeros. Esta decisión se enmarca en un esfuerzo por disminuir la cantidad de residentes temporales en el país, una cuestión que ha generado un intenso debate en la política canadiense.
El Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marc Miller, declaró que el objetivo es reducir el número de permisos de estudio internacionales a 437,000 para el año 2025, una disminución considerable en comparación con los 509,390 aprobados en 2023. Además, se implementarán restricciones adicionales en la elegibilidad para permisos de trabajo para los cónyuges de algunos estudiantes y trabajadores temporales.
El anuncio llega en un momento crítico para el gobierno del Primer Ministro Justin Trudeau, que enfrenta una caída en las encuestas de opinión pública y una reciente derrota en una elección parcial. La reducción de residentes temporales se ha convertido en un tema candente, con las elecciones federales programadas para octubre de 2025.
Las nuevas medidas también incluyen una revisión de los procedimientos de visado para fortalecer la integridad del sistema y reducir el número de visitantes no genuinos. “La realidad es que no todos los que quieren venir a Canadá podrán hacerlo, al igual que no todos los que quieren quedarse en Canadá podrán hacerlo”, afirmó Miller en un comunicado.
El gobierno ya se había comprometido a reducir el número de residentes temporales al 5% de la población total, una disminución desde el 6.8% registrado en abril. Esta decisión se produce en medio de un aumento en el número de solicitantes de asilo y una creciente preocupación por la falta de vivienda asequible y el aumento del costo de vida, problemas que algunos sectores de la sociedad han atribuido a la inmigración.
Sin embargo, defensores de los inmigrantes y algunos economistas argumentan que culpar a los migrantes por los problemas económicos es una simplificación excesiva. A pesar de esto, la retórica anti-inmigrante ha aumentado en Canadá, un país que anteriormente era conocido por su postura acogedora hacia los recién llegados.
La decisión del gobierno canadiense de reducir los permisos para estudiantes internacionales y trabajadores extranjeros refleja las tensiones políticas y sociales actuales en el país, subrayando la importancia de las políticas de inmigración en el discurso público contemporáneo.