
THE LATIN VOX (23 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Canadá registró una reducción del 17% en las muertes por opioides durante 2024, según datos publicados por la Agencia de Salud Pública del país. A pesar de este descenso, el problema sigue siendo calificado como una crisis sanitaria generacional, con un promedio de 20 fallecimientos diarios y un total de 7,146 vidas perdidas el año pasado.
El informe muestra un alivio relativo respecto a 2023, cuando el promedio era de 22 muertes al día, pero especialistas advierten que no hay motivos para el triunfalismo.
“Todavía estamos viendo a miles de personas morir de muertes prevenibles en todo el país. No es algo con lo que debamos acostumbrarnos a convivir”, afirmó Kelly White, responsable de programas de reducción de daños de la organización Street Health en Toronto.
Disparidades regionales
La disminución no se ha reflejado de manera uniforme en todo el territorio canadiense. Provincias como Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan, Manitoba, Ontario, New Brunswick y Yukón reportaron descensos, mientras que en Quebec, Terranova y Labrador y los Territorios del Noroeste las muertes aumentaron. En Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo, las cifras se mantuvieron prácticamente sin cambios.
Según el Centro Canadiense de Consumo y Adicción de Sustancias (CCSA por sus siglas en inglés), factores como la disminución del carfentanilo en las muestras analizadas y un cambio de la inyección al consumo por inhalación podrían explicar la reducción parcial.
Un suministro de drogas en constante mutación
Los expertos señalan que las variaciones en la mortalidad dependen en gran medida de la composición del suministro callejero de drogas. Aunque el fentanilo y el carfentanilo parecen menos presentes, han aparecido nuevas amenazas: tranquilizantes de uso veterinario, como la xilazina o la medetomidina, mezclados con opioides. Estos pueden provocar una disminución extrema del ritmo cardíaco y causar heridas graves en la piel.
“El suministro de drogas cambia constantemente por controles fronterizos, el ingreso de nuevos carteles y guerras del narcotráfico”, explicó el doctor Monty Ghosh, especialista en adicciones en las universidades de Alberta y Calgary.
Un enfoque múltiple, aún insuficiente
Para Ghosh, el país enfrenta el riesgo de haber llegado a un “punto de estancamiento” en la crisis:
“Las personas con mayor riesgo de morir ya han fallecido, lo cual es un pensamiento extremadamente duro y doloroso”, advirtió.
Los expertos coinciden en que la respuesta debe ser multifacética: acceso inmediato a tratamientos para quienes estén listos para dejar el consumo, y recursos de reducción de daños para quienes siguen en riesgo de sobredosis.
Dan Werb, director del Centro de Evaluación de Políticas de Drogas en el Hospital St. Michael’s de Toronto, fue contundente al analizar el trasfondo de la reducción de muertes:
“Me alegra ver estos descensos, pero es decepcionante que, después de más de una década de esta crisis que define a una generación, dependamos de las decisiones de los traficantes para saber si la gente vive o muere”.
Una crisis lejos de resolverse
Aunque las cifras nacionales de 2024 ofrecen un respiro, los niveles de mortalidad siguen siendo mucho más altos que cuando Columbia Británica declaró la emergencia de salud pública en 2016.
Para las autoridades y las comunidades afectadas, la tarea sigue siendo titánica: contener una crisis que continúa cobrando miles de vidas y que, por ahora, está lejos de resolverse.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: Yahoo News Canada