
En respuesta a los aranceles del 25% impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las importaciones canadienses, varias provincias de Canadá han implementado medidas significativas para proteger su economía y enviar un mensaje claro a la administración estadounidense.
Ontario suspende contratos y retira productos estadounidenses
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció la suspensión de un contrato de 100 millones de dólares con Starlink, el servicio de internet por satélite de Elon Musk. Esta decisión se tomó como represalia directa a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Ford declaró: «Ontario no hará negocios con la gente empeñada en destruir nuestra economía». Además, ordenó a la Junta de Control de Licores de Ontario (LCBO) que retire de sus estanterías todos los productos alcohólicos de origen estadounidense, enfatizando que la provincia no permitirá que se afecte su economía sin responder adecuadamente.
Otras provincias se suman a las represalias
Quebec, bajo el liderazgo del primer ministro François Legault, también ha tomado medidas similares. Legault instruyó a la Société des alcools du Québec a retirar todos los productos estadounidenses de sus tiendas y ordenó una revisión de los contratos de adquisición para penalizar a proveedores estadounidenses. En Nueva Escocia, el primer ministro Tim Houston anunció que la provincia duplicará los peajes de las carreteras para vehículos estadounidenses y dejará de vender licor estadounidense antes del 4 de febrero. Manitoba y la Isla del Príncipe Eduardo también han declarado que cesarán la importación de alcohol estadounidense.
Alberta adopta una postura diferente
Contrariamente a otras provincias, Alberta, el mayor productor de petróleo de Canadá, ha decidido no participar en ciertas represalias. La primera ministra Danielle Smith rechazó la idea de un embargo petrolero a Estados Unidos, argumentando que la provincia no apoyará medidas que puedan perjudicar su economía. Smith afirmó que Alberta «simplemente no aceptará aranceles de exportación a nuestra energía u otros productos ni tampoco apoyamos una prohibición a la exportación de esos productos».
Reacción del gobierno federal
El primer ministro Justin Trudeau ha respaldado las acciones de las provincias y ha enfatizado que Canadá está preparado para tomar medidas adicionales si es necesario. Trudeau ha instado a los canadienses a elegir productos y servicios nacionales en lugar de los estadounidenses siempre que sea posible, destacando la importancia de la unidad nacional frente a las políticas comerciales de Estados Unidos.
Estas medidas reflejan la determinación de Canadá de proteger sus intereses económicos y enviar un mensaje claro a Estados Unidos sobre la importancia de una relación comercial justa y equitativa.