THE LATIN VOX (26 de septiembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
A partir de hoy, los empleadores en Canadá enfrentarán nuevas restricciones en la contratación de trabajadores temporales extranjeros de bajo salario. Esta política, implementada por el gobierno federal, busca incentivar a las empresas a realizar un mayor esfuerzo para contratar a trabajadores que ya se encuentran en el país.
El ministro de Inmigración, Refugio y Ciudadanía, Marc Miller, anunció esta medida como parte de un enfoque más amplio para abordar la escasez de mano de obra y fomentar la inclusión de canadienses en el mercado laboral. «Es esencial que nuestras empresas se centren en desarrollar y capacitar a la fuerza laboral local antes de recurrir a trabajadores extranjeros», declaró Miller en una rueda de prensa.
Las nuevas restricciones limitan el acceso a permisos de trabajo temporales para aquellos puestos de baja remuneración, obligando a los empleadores a demostrar que han explorado todas las opciones posibles para contratar a canadienses. Se espera que esta política afecte particularmente a sectores como la agricultura, la hostelería y la construcción, donde históricamente ha habido una alta dependencia de trabajadores extranjeros.
El gobierno canadiense ha argumentado que esta medida no solo ayudará a reducir la tasa de desempleo entre los ciudadanos canadienses, sino que también incentivará a las empresas a mejorar las condiciones laborales y los salarios ofrecidos. «Queremos crear un entorno donde los canadienses se sientan valorados y motivados para unirse a la fuerza laboral», agregó Miller.
Sin embargo, la implementación de estas restricciones ha generado críticas entre los empresarios, quienes advierten que podría agravar la ya existente escasez de mano de obra en diversos sectores. «La realidad es que muchas industrias dependen de trabajadores temporales para funcionar adecuadamente», afirmó el presidente de la Cámara de Comercio de Canadá. «Limitar el acceso a estos trabajadores podría llevar a una disminución en la productividad y a un aumento en los costos operativos».
Los expertos sugieren que esta política podría resultar en un mayor énfasis en la formación y capacitación de los canadienses, pero se preguntan si las empresas están preparadas para hacer esos cambios en un plazo tan corto. Además, el tiempo dirá si estas medidas son efectivas para atraer a más canadienses al mercado laboral, especialmente en sectores que tradicionalmente han luchado por encontrar mano de obra.
A medida que se pone en marcha esta nueva política, tanto el gobierno como el sector empresarial se enfrentan a un desafío crítico: encontrar un equilibrio entre la necesidad de mano de obra y la responsabilidad de apoyar a la población canadiense en su búsqueda de empleo. La evolución de esta situación será crucial para el futuro económico del país y su capacidad para adaptarse a un mercado laboral en constante cambio.
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