Canadá retrocede el reloj: el horario de verano termina el 2 de noviembre y aviva el debate sobre su eliminación

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THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.

A partir del domingo 2 de noviembre de 2025, la mayoría de las provincias canadienses adelantarán sus relojes en una hora para regresar al horario estándar una transición más conocida como “caer atrás” (fall back). En la madrugada de ese día, exactamente a las 2:00 a.m., los relojes se ajustarán a la 1:00 a.m., marcando el fin del horario de verano en gran parte del país.

Aunque este cambio bianual ha sido parte de la vida canadiense durante más de un siglo, en 2025 el fenómeno adquiere un matiz distinto: la presión política y social para abolir el cambio de hora crece, con legisladores proponiendo leyes que establezcan un horario único permanente para el país.

Qué significa este cambio y dónde no aplicará?

Reglas y excepciones

  • La mayoría de Canadá observa el horario de verano, excepto áreas especiales como Yukón, gran parte de Saskatchewan, algunas zonas de Columbia Británica, ciertas partes del Quebec y la isla Southampton (Nunavut), que ya se mantienen en horario estándar todo el año.
  • Así, en esos territorios no habrá cambio de horario el 2 de noviembre su hora permanecerá fija.
  • Los dispositivos digitales y conectados por Wi-Fi suelen ajustarse automáticamente, pero se recomienda verificar manualmente relojes de pared, hornos, microondas y otros aparatos que no tienen sincronización automática.

Un cambio un poco antes de lo habitual

Este año, el fin del horario de verano ocurre un poco antes que en 2024 el 2 de noviembre frente al 3 de noviembre del año pasado— haciendo que esta sea una de las fechas más tempranas permitidas por la normativa vigente.

Razones de peso: salud, economía y debate social

Impacto en salud y bienestar

La transición del reloj no es solo un trámite: investigaciones médicas han vinculado los cambios horarios con alteraciones en el sueño, aumento en accidentes cardiovasculares y mayor incidencia de trastornos del ánimo durante unos días después del ajuste.

La doctora Joanna Fong-Isariyawongse, neuróloga, advierte que los efectos agudos incluyen mayor riesgo de infarto y accidente cerebrovascular, mientras que los efectos crónicos podrían relacionarse con obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes y trastornos metabólicos.

Costos económicos y arrastre logístico

Cambiar de hora implica costos y ajustes en la rutina diaria: horarios laborales, transporte público, sincronización comercial e incluso zonas fronterizas que deben coordinarse con EE. UU.
Además, la práctica de adelantar o retrasar el reloj dos veces al año es vista por críticos como una reliquia que genera confusión y pérdidas de eficiencia.

Iniciativas políticas: hacia un horario único permanente

El fin del horario de verano ha vuelto a abrir el debate parlamentario y público en Canadá. La diputada liberal Marie-France Lalonde ha promovido un proyecto de ley para instaurar un horario único permanente, eliminando el cambio estacional de hora. Su propuesta contempla una conferencia pan-canadiense con provincias, territorios e incluso gobiernos indígenas para acordar una norma nacional.

Lalonde reconoce que la regulación del tiempo es una competencia provincial, por lo que el cambio requeriría consenso interjurisdiccional.

Provincias como Ontario, Columbia Británica y Alberta han mostrado interés en derogar los cambios de hora, pero suelen posponer decisiones hasta que estados estadounidenses vecinos también acuerden. Ontario, por ejemplo, aprobó en 2020 la “Time Amendment Act” para avanzar hacia un horario permanente, aunque su puesta en marcha depende de que Nueva York y Quebec estén alineados.

En Quebec, una consulta pública de 2024 recibió más de 214 mil respuestas, de las cuales 91 % favorecían eliminar el cambio de hora, y 72 % preferían mantener el horario de verano todo el año.

Desafíos y posibles escenarios futuros

Coordinación interestatal

Para que Canadá adopte un horario permanente, debe sincronizarse con estados vecinos de EE. UU. en zonas horarias compartidas. De otro modo, diferencias horarias pueden complicar comercio, transporte y relaciones transfronterizas.

Riesgo de fragmentación nacional

Con las leyes actuales, cada provincia puede decidir su régimen horario. Esto podría llevar a un mosaico horario divergente en el país si no hay una política federal coordinada.

Posible experimento gradual

Una ruta viable podría ser establecer horarios piloto en algunas provincias antes de extender el cambio nacionalmente, permitiendo estudiar efectos sociales y económicos.

Persistencia del cambio estacional

Si no se logra acuerdo político nacional, Canadá podría seguir con el sistema actual de doble horario año tras año, manteniendo el ritual del “adelantar y retrasar”.

Mirada internacional: Canadá y el reloj global

  • Canadá sigue los cambios horarios de EE. UU. en gran medida para mantener sincronía comercial y logística. El cambio en EE. UU. influye en las decisiones canadienses.
  • En otros países, especialmente en Europa, ya hay movimientos para eliminar el horario de verano por sus efectos negativos y poca evidencia de ahorro energético.
  • Canadá podría convertirse en referencia en América del Norte si logra un consenso en favor de un solo horario permanente.

Este 2 de noviembre, al retrasar los relojes, Canadá no solo abandona más luz vespertina: da paso a un debate profundo sobre qué medida de tiempo permanente define mejor su vida colectiva. El fin del horario de verano podría ser el preludio de una reforma duradera en cómo los canadienses viven el paso del tiempo.

Fuente: globalnews.ca

Foto: Google fotos


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