El Ministro de Relaciones Indígenas de la Corona, Gary Anandasangaree, ofreció una disculpa formal a los Inuit de Nunavik por el papel del gobierno federal en la matanza masiva de perros de trineo en la región durante las décadas de 1950 y 1960. La disculpa se realizó en una ceremonia en Kangiqsujuaq, Quebec, donde estuvieron presentes miembros de la comunidad y ancianos que vivieron la tragedia.
Durante su discurso de 15 minutos, Anandasangaree expresó su profundo pesar y pidió perdón en nombre del gobierno de Canadá y de todos los canadienses. La disculpa fue recibida con una ovación de pie por muchos de los asistentes. Este acto de contrición llega después de décadas de lucha por parte de los Inuit de Nunavik para obtener reconocimiento y justicia por el daño causado por la matanza de más de 1,000 perros de trineo.
La matanza de perros de trineo, conocida como qimmiit, fue llevada a cabo por la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) y otras autoridades, lo que devastó a las comunidades Inuit al privarlas de su capacidad para cazar y viajar. Los equipos de perros de trineo eran una parte integral de la cultura y las tradiciones de caza de los Inuit, proporcionando transporte rápido a través de los vastos paisajes helados del norte de Canadá. La matanza injustificada de estos perros llevó a la inseguridad alimentaria y económica para los Inuit de Nunavik y causó heridas emocionales profundas y duraderas.
El gobierno canadiense ha reconocido que sus acciones y omisiones durante este período oscuro privaron a las comunidades Inuit de su sustento y cultura. Como parte de la disculpa, el gobierno ha prometido $45 millones de dólares canadienses en compensación para apoyar programas de reconciliación y revitalización cultural en Nunavik. Estos fondos serán administrados por la Corporación Makivvik, que representa a los Inuit de Nunavik y ha sido fundamental en la lucha por el reconocimiento de los daños causados por la matanza de perros.
La disculpa y la compensación son vistas como un primer paso hacia la sanación y la reconstrucción de la relación entre el gobierno canadiense y los Inuit de Nunavik. Pita Aatami, presidente de la Corporación Makivvik, elogió la disculpa y destacó la importancia de los recursos anunciados para abordar los traumas profundos del pasado y asegurar que el gobierno canadiense asuma su papel como socio en el proceso de sanación.
Este acto de disculpa es parte de los esfuerzos continuos del gobierno canadiense para avanzar en la reconciliación y renovar su relación con las comunidades Inuit, basada en el reconocimiento de derechos, el respeto, la cooperación y la asociación. La historia de los Inuit va más allá de su relación con los colonizadores y es fundamental que Canadá reconozca y respete la rica cultura, gobernanza y valores de los Inuit que han perdurado durante miles de años.