Durante el último año, Canadá ha logrado un progreso importante para facilitar que las personas determinen si están en riesgo ante los desastres naturales. Sin embargo, muchas personas en todo el país todavía carecen de conciencia sobre los riesgos que enfrentan y las medidas que pueden tomar para prepararse.
El verano de 2023 ha estado marcado por incendios forestales, inundaciones y olas de calor récord en todo Canadá.
A medida que los peligros naturales y los eventos climáticos extremos aumentan en frecuencia y gravedad en todo el país, no faltan iniciativas educativas destinadas a ayudar a los hogares y comunidades canadienses a aprender y prepararse para estos riesgos.
El presupuesto federal de 2023 propuso $15.3 millones para crear un portal en línea de acceso público donde los canadienses puedan acceder a información sobre su exposición a las inundaciones. Los mapas de inundaciones ya están disponibles para la mayoría de las provincias y territorios.
Esta inversión se produjo después del lanzamiento del RiskProfiler de Recursos Naturales de Canadá, una plataforma en línea que proporciona información sobre el riesgo potencial de los canadienses ante los terremotos. En anticipación a la temporada de incendios forestales de 2023, FireSmart Canadá publicó una guía actualizada de seguridad contra incendios en el hogar.
Pero sigue sin estar claro si, y qué tipos de, iniciativas son efectivas para aumentar la conciencia. Investigaciones recientes muestran que la conciencia y preparación de los canadienses para los desastres por peligros naturales es consistentemente baja y distribuida de manera desigual entre diferentes segmentos de la población.
Resiliencia Inclusiva
Existe una investigación insuficiente que explora cómo factores como el lenguaje, el género o el estatus socioeconómico de los canadienses en riesgo influyen en la conciencia y preparación para desastres.
Esta es una importante área ciega en la gestión de desastres de Canadá. Estudios de todo el mundo muestran que la decisión de un individuo de proteger su hogar y familia de los peligros está mediada por una serie de factores sociales, culturales, económicos y cognitivos.
Los sesgos cognitivos de las personas podrían explicar por qué, por ejemplo, las personas que viven en una llanura de inundación podrían no estar conscientes de su riesgo de inundación. Además, contar con recursos, tiempo y dinero también puede dictar si aquellos que están en áreas propensas a inundaciones toman medidas para reducir su riesgo.
Comprender lo que impulsa y desalienta a las personas a protegerse ayudará a los gobiernos y a los profesionales de la gestión de emergencias cuando interactúan con el público, y en última instancia brindará a las personas las herramientas que necesitan para ser más resilientes ante los desastres. Conocer las barreras y facilitadores para la preparación también es fundamental para avanzar en la comunicación de riesgos equitativa y efectiva dirigida a grupos demográficos específicos.
Somos investigadores del proyecto Resiliencia Inclusiva liderado por la Cruz Roja Canadiense. Nuestra investigación proporciona información sobre la conciencia y preparación para desastres entre los canadienses en riesgo, así como sus preferencias para la comunicación de riesgos.
Los objetivos del proyecto son identificar los medios más efectivos para aumentar la conciencia sobre los peligros y promover herramientas y acciones prácticas que fomenten la resiliencia inclusiva en cinco grupos en riesgo: mujeres, adultos mayores, personas de bajos ingresos, pueblos indígenas y recién llegados a Canadá.
La Cruz Roja Canadiense trabajó con Partners for Action (P4A), una iniciativa de investigación de la Universidad de Waterloo enfocada en el riesgo y la resiliencia frente a inundaciones, para apoyar los objetivos del proyecto. La resiliencia inclusiva es un enfoque que asegura que todas las personas tengan la oportunidad de hacer contribuciones significativas en la toma de decisiones, planificación y esfuerzos de respuesta ante riesgos de peligros naturales.
Necesidad de una Preparación para Desastres Variada
A través de 500 encuestas telefónicas y un total de 15 entrevistas en línea y grupos focales, nuestro equipo en P4A interactuó con personas que pertenecen a uno o más de los cinco grupos en riesgo que viven en zonas de peligro por inundaciones, incendios forestales y/o terremotos.
Los participantes reflexionaron sobre su conocimiento y opiniones sobre los peligros naturales; brindaron comentarios sobre materiales educativos sobre la preparación para peligros naturales; y explicaron los desafíos que enfrentan para proteger a sus familias y comunidades de estos peligros.
En todos los grupos demográficos, la conciencia y la preparación para los peligros naturales eran generalmente bajas.
Sin embargo, encontramos algunos patrones. Las personas que compartían características demográficas o vivían en áreas similares tenían puntos de vista y comportamientos comunes sobre los peligros naturales. También tenían preferencias comunes sobre cómo se enteraban de los riesgos que enfrentaban por los peligros naturales.
Por ejemplo, las mujeres mencionaron las redes sociales como su canal preferido de comunicación de riesgos. Los residentes de Richmond, Columbia Británica, estaban más conscientes y preparados para los riesgos de su área local (inundaciones y terremotos) que cualquier otra comunidad en nuestra muestra.
Los participantes con bajos ingresos estaban menos preparados para emergencias que otros y citaban consistentemente el costo de la preparación como su mayor obstáculo. Además, los recién llegados también expresaron falta de conciencia, cómo prepararse y a quién acudir para obtener información como sus principales barreras para la preparación.
Recursos Claros y Personalizados
La capacidad de las características demográficas y el lugar para unificar las actitudes de las personas sobre los peligros naturales indica que las comunicaciones, programas y recursos deben adaptarse a contextos locales.
Los participantes en nuestro estudio expresaron el deseo de recibir consejos variados para la preparación para desastres, como estrategias para inquilinos y recursos adaptados para apartamentos y edificios de gran altura, en lugar de viviendas unifamiliares.
También vieron valor en prepararse para los peligros naturales con sus comunidades, como en eventos culturales locales, en el lugar de trabajo y en las escuelas, además de en sus hogares individuales. Reunir a personas que ya se conocen refuerza aún más esas conexiones y aumenta la motivación para continuar construyendo el impulso para la preparación como comunidad.
El estudio tuvo limitaciones debido al número relativamente pequeño de participantes. Esto reduce nuestra capacidad para generalizar en base a nuestros hallazgos. Sin embargo, la investigación ofrece orientación sobre cómo pueden configurarse los esfuerzos de prevención de desastres para reducir el riesgo y mejorar la resiliencia de las comunidades.
En esta nueva era de riesgo elevado por peligros naturales, los profesionales necesitan involucrar a las poblaciones a las que desean llegar y colaborar con las comunidades para asegurarse de que las intervenciones sean efectivas en la reducción del riesgo de desastres y en el fortalecimiento de la resiliencia.