Canadá se prepara para una Navidad sin nieve en la mayor parte del país, debido a la influencia de El Niño, un fenómeno climático que provoca el calentamiento de las aguas del Pacífico y altera los patrones meteorológicos globales.
Así lo afirmó el jefe climatólogo de Canadá, David Phillips, quien dijo que este año El Niño ha sido más fuerte de lo esperado y ha seguido a un verano muy cálido, lo que ha retrasado la llegada del frío invernal.
Según Phillips, solo las provincias de Alberta, Saskatchewan y Manitoba tendrán una probabilidad alta de tener una Navidad blanca, es decir, con al menos dos centímetros de nieve en el suelo el 25 de diciembre.
En cambio, las regiones más pobladas de Canadá, como Ontario, Quebec y las provincias atlánticas, tendrán una Navidad verde, con temperaturas por encima de lo normal y pocas posibilidades de nevadas.
Phillips explicó que El Niño suele tener un efecto más notable en la segunda mitad del invierno, pero este año se ha adelantado y ha impedido que el aire ártico llegue al sur de Canadá.
El climatólogo advirtió que una Navidad verde no significa que el invierno vaya a ser suave, sino que podría haber más tormentas de nieve y frío extremo en enero y febrero.
Phillips también señaló que el cambio climático provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero está haciendo que las Navidades blancas sean cada vez más escasas en Canadá, lo que afecta a las tradiciones y actividades navideñas de los canadienses.