Las autoridades de Canadá están supervisando de cerca una nueva variante altamente mutada del virus del COVID-19 llamada BA.2.86, que ha sido identificada en al menos cuatro países. Aunque la variante ha sido detectada en Estados Unidos, Dinamarca, el Reino Unido e Israel, hasta el momento no se han reportado casos en Canadá.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado la BA.2.86 como una «variante bajo observación» debido a la gran cantidad de mutaciones que presenta. Aunque ha habido menos de 10 casos confirmados en todo el mundo hasta la fecha, la OMS considera que la variante merece atención debido a su número de mutaciones.
El Gobierno de Canadá, en colaboración con expertos nacionales e internacionales, está monitoreando activamente la variante BA.2.86 y sus estudios relacionados. Hasta el momento, no se ha encontrado ningún caso de la variante en territorio canadiense.
Aunque no se ha determinado completamente el impacto de la variante, se sabe que las mutaciones pueden influir en la transmisibilidad del virus y en la capacidad de evadir los anticuerpos generados por las vacunas. Sin embargo, la OMS aún necesita recopilar más datos para comprender plenamente la variante BA.2.86.
En medio de esta situación, Canadá también está monitoreando otra variante relevante del COVID-19, llamada EG.5. La presencia de estas nuevas variantes resalta la necesidad de una vigilancia continua y una rápida respuesta por parte de las autoridades sanitarias para prevenir la propagación y controlar la enfermedad.