Canadá y Australia colaboran en la implementación de un avanzado sistema de radar para la defensa del Ártico

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El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha anunciado la adquisición de un sistema de radar de última generación de fabricación australiana, con el objetivo de fortalecer la seguridad en la región ártica del país. Este acuerdo, valorado en aproximadamente 6.000 millones de dólares canadienses (equivalentes a 4.200 millones de dólares estadounidenses), marca un hito en la cooperación entre ambas naciones y representa una de las exportaciones de defensa más significativas de Australia.

Características del sistema de radar

El sistema adquirido es el Jindalee Over-the-Horizon Radar (JORN), desarrollado por BAE Systems Australia. Este radar avanzado tiene la capacidad de detectar aeronaves y embarcaciones a distancias de hasta 3.000 kilómetros, superando la curvatura de la Tierra. Su implementación permitirá a Canadá monitorear eficazmente posibles amenazas en el Ártico, incluyendo la detección temprana de misiles hipersónicos y otras actividades sospechosas en la región.

Contexto geopolítico y motivaciones

La decisión de reforzar la vigilancia en el Ártico surge en un contexto de crecientes tensiones internacionales. Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto aranceles a productos canadienses y ha insinuado la posibilidad de anexar Canadá como el 51º estado de la Unión Americana. Estas declaraciones han generado preocupación en Ottawa y han motivado al gobierno canadiense a fortalecer sus alianzas con países como Australia, el Reino Unido y otras naciones europeas.

Inversiones adicionales en la región ártica

Además de la adquisición del sistema de radar, el primer ministro Carney ha anunciado una inversión adicional de 420 millones de dólares canadienses (294 millones de dólares estadounidenses) destinada a ampliar las operaciones militares en el Ártico. Esta inversión busca incrementar la presencia de las Fuerzas Armadas canadienses en la región durante todo el año, mejorar la infraestructura local y garantizar la soberanía y seguridad del territorio frente a posibles amenazas extranjeras.

Reacciones internacionales y perspectivas futuras

La colaboración entre Canadá y Australia en materia de defensa ha sido bien recibida por ambos países. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, expresó su satisfacción por el acuerdo y destacó la fortaleza de la relación bilateral. Sin embargo, la respuesta de Estados Unidos ha sido cautelosa, con funcionarios en Washington evaluando las implicaciones de este fortalecimiento militar en el Ártico.

Este desarrollo subraya la importancia estratégica del Ártico en el escenario geopolítico actual y refleja la determinación de Canadá de proteger sus intereses en una región cada vez más disputada.

Crédito fotográfico: ssbcrack


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