Canadá y la polémica del sacrificio de avestruces en Columbia Británica: un fallo del Supreme Court of Canada que trasciende lo sanitario

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THE LATIN VOX (07 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.

La decisión de la Suprema Corte de Canadá de no aceptar el recurso de apelación interpuesto por los dueños de la granja de avestruces Universal Ostrich Farms, de la localidad de Edgewood (Columbia Británica), ha puesto nuevamente en el centro del debate cuestiones complejas que van más allá de un simple brote de gripe aviar: se trata de salud pública, derechos de los criadores, política comercial, seguridad alimentaria, medios de vida rurales y también de la confianza ciudadana en las instituciones.
La Canadian Food Inspection Agency (CFIA) ya tiene luz verde para proceder con el sacrificio de cientos de avestruces la cifra ronda las 400 aves tras determinarse que dos de sus ejemplares resultaron positivos a la influenza aviar (subtipo H5) el 31 de diciembre de 2024.

Los hechos clave

  • La CFIA emitió, a finales de 2024, una orden de eliminación (cull) de la manada ante el riesgo de que las aves aunque aparentemente sanas pudieran albergar virus de alta patogenicidad y contagiar a otras aves o, en un escenario remoto, a humanos.
  • La granja Universal Ostrich Farms impugnó la medida argumentando que no ha habido nuevas muertes desde enero de 2025, que las aves parecen estar sanas, que podrían servir para estudios científicos y que el sacrificio equivale a una expropiación sin compensación adecuada.
  • Tras varias instancias judiciales, el 6 de noviembre la Suprema Corte decidió no escuchar el caso, eliminando así la última apelación disponible para detener el sacrificio.

Dimensiones de la controversia

Salud pública y economía avícola

La CFIA sostiene que Canadá sigue una política de “desastre cero” (“stamping-out”) frente a la gripe aviar, adoptando estándares similares a los de la World Health Organization para proteger la industria avícola, las exportaciones y la seguridad alimentaria nacional.
Por otro lado, los propietarios de la granja y algunos científicos sugieren que las aves sobrevivientes podrían haberse vuelto inmunes o que su exterminio no se justifica si no hay signos clínicos ni mortalidad adicional. Esta tensión entre precaución sanitaria y derechos de los productores es central en el debate.

Derechos individuales, ruralidad y soberanía local

El caso se ha convertido en un símbolo de la fricción entre el gobierno federal y comunidades rurales: los criadores sostienen que las decisiones se toman sin suficiente consulta, que sus medios de vida están en riesgo y que el peso de la política sanitaria recae sobre ellos de forma desigual.
Una especialista en virología consultada considera que el fallo de la Corte tiene implicaciones políticas y sociales porque podría erosionar la confianza en las instituciones cuando los agricultores sienten que sus intereses no son considerados equitativamente.

Política del comercio exterior y exportaciones

Canadá exporta miles de millones en productos avícolas y cualquier brote o caso mal gestionado puede provocar sanciones de mercado, restricciones de importación y pérdidas económicas considerables. El gobierno federal argumenta que actuar con severidad es parte de proteger ese segmento industrial.

Reacción social y cultura mediática

El caso trascendió fronteras: figuras públicas de EE. UU. como el secretario de Salud de aquel país y conductores mediáticos ofrecieron trasladar las aves a ranchos en Florida, mientras se organizaron protestas y campañas de redes sociales en torno al tema. Una corriente de opinión lo ve como una alianza entre activismo animal, ruralismo y desconfianza hacia el Estado.

¿Qué cambia con la decisión de la Suprema Corte?

  • Legalmente, la decisión habilita que la CFIA proceda con el sacrificio sin más apelaciones federales. La granja deberá acatar la orden o podría enfrentar ejecución forzada de la medida.
  • Políticamente, la medida envía un mensaje claro: la tutela sanitaria federal puede prevalecer incluso ante la protesta local.
  • Socialmente, el conflicto podría aumentar la polarización en áreas rurales, alimentar narrativas de “trato desigual” entre productores y reguladores, y afectar la percepción de legitimidad del sistema de salud animal y bioseguridad.

Desafíos y preguntas que quedan en el aire

  • ¿Se garantiza que la manada y entorno fueron testeados suficientemente para confirmar que el riesgo persiste o se repite? Algunos expertos sugieren que una reevaluación podría haber sido razonable, lo cual la CFIA no accedió plenamente.
  • ¿Cómo se compensa a los productores por medidas sanitarias que impactan sus medios de vida? La percepción de justicia distributiva es clave para mantener confianza.
  • ¿Qué efectos tendrá este episodio en la regulación futura para productores de especies poco comunes (como avestruces) y la supervisión estatal en zonas rurales remotas?
  • ¿Qué impacto tendrá en la política sanitaria y agrícola más amplia de Canadá, especialmente en tiempos de virus emergentes y mercados globalizados?

Escenarios hacia el futuro

Escenario 1 – Ejecución sin mayor conflicto: La cull se efectúa, la granja recibe una compensación aceptada, la industria avícola continúa sin infecciones adicionales y se restablece la normalidad.
Escenario 2 – Protesta prolongada: El sacrificio desencadena movilizaciones, campañas de activistas y litigios adicionales en otros frentes, lo que prolonga la incertidumbre y daña la imagen regulatoria del gobierno.
Escenario 3 – Efectos adversos: Si tras la medida se detecta un nuevo brote u otras irregularidades, la confianza pública en las instituciones sanitarias podría caer drásticamente y generarse un efecto dominó en otras áreas de regulación animal.

El caso del sacrificio de avestruces en Edgewood no es solo un episodio local, sino un microcosmos de los dilemas del siglo XXI: salud pública vs. derechos privados, centralización regulatoria vs. dinamismo rural, políticas globales vs. medios de vida locales.
La decisión de la Suprema Corte marca un punto de inflexión: demuestra que en Canadá, como en otros países, la bioseguridad puede imponerse ante la resistencia privada, pero también suscita preguntas sobre cómo se ejerce el poder estatal, cómo se protegen los intereses de poblaciones minoritarias y cómo se construye legitimidad en zonas rurales.
Lo que está en juego es más que la suerte de 400 avestruces: es la confianza de los ciudadanos en que sus instituciones actúan de forma justa, proporcional y efectiva. En ese terreno se libran batallas que van más allá de la granja.

Fuente: www.ctvnews.ca

Foto: Google fotos


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