Canadá zarpa hacia Asia con su primer cargamento de gas natural licuado

To shared

THE LATIN VOX (1 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Por primera vez en su historia, Canadá ha exportado gas natural licuado (GNL) a Asia, marcando un hito industrial y geopolítico. El GasLog Glasgow, un imponente buque metanero, partió del nuevo terminal de LNG Canada en Kitimat, al noroeste de la provincia de Columbia Británica, con rumbo al puerto de Corea del Sur. Con él, se abre un nuevo capítulo en la economía energética canadiense.

Este envío inaugural es resultado de más de una década de planificación, inversiones y colaboración entre gobiernos, comunidades indígenas y empresas internacionales.

Según la empresa operadora, esta es la primera carga de muchas por venir en lo que ha sido catalogado como la mayor inversión del sector privado en la historia de Canadá: unos 40.000 millones de dólares que abarcan el terminal, los campos de gas en el noreste de B.C. y el extenso gasoducto que los conecta.

“Es un momento histórico. Hemos trabajado más de diez años para garantizar operaciones seguras, respetuosas con el medio ambiente y en coordinación con las comunidades costeras”, afirmó el capitán Steve Kennedy de los B.C. Coast Pilots, quienes guiaron al GasLog Glasgow en su travesía de casi 300 km por aguas remotas del norte.

Una ciudad pequeña, un impacto gigantesco

Phil Germuth, alcalde de Kitimat, una localidad de menos de 9.000 habitantes, expresó su orgullo por haber sido epicentro de un proyecto que transformará la economía local. Durante los años de construcción, más de 7.000 trabajadores rotaron por la comunidad. “LNG Canada hizo un esfuerzo tremendo para minimizar los impactos negativos en nuestra población. Han sido excepcionales”, declaró Germuth.

La operación también representa un hito para la Nación Haisla, que posee participación mayoritaria en HaiSea Marine, la empresa que proporcionó el remolcador especializado para el GasLog Glasgow.

Una nueva ventana al Pacífico

Hasta ahora, Estados Unidos ha sido el único comprador del gas canadiense, accediendo al recurso exclusivamente a través de gasoductos. La diversificación de mercados —especialmente hacia Asia, donde los precios son más altos— representa una oportunidad estratégica.

LNG Canada, una alianza entre Shell, Petronas (Malasia), PetroChina, Mitsubishi (Japón) y KOGAS (Corea del Sur), planea producir 14 millones de toneladas de GNL por año en su primera fase, con una segunda fase en consideración que duplicaría ese volumen.

Para Canadá, este proyecto simboliza la posibilidad de desvincularse del mercado estadounidense, cuya estabilidad se ha visto sacudida por tarifas impredecibles y comentarios políticos incendiarios desde la presidencia de Donald Trump.

¿Transición energética o apuesta arriesgada?

Los defensores del GNL lo ven como un “combustible de transición”, capaz de reemplazar al carbón en países emergentes y ayudar a reducir emisiones globales. Sin embargo, el entusiasmo no es unánime.

Nichole Dusyk, asesora del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, advirtió que estos megaproyectos podrían convertirse en activos varados ante el auge de las energías renovables de bajo costo.

“Invertir más en GNL es apostar a una industria volátil que ya muestra señales de sobreoferta. Además, arriesga compromisos climáticos y recursos públicos”, sostuvo Dusyk.

Un horizonte cargado de tensión

Más proyectos están en marcha, como Cedar LNG (también con la Nación Haisla), Woodfibre LNG cerca de Squamish, y Ksi Lisims LNG, un desarrollo propuesto por la Nación Nisga’a cerca de la frontera con Alaska. Cada uno enfrenta su propio dilema entre progreso económico, sostenibilidad ambiental y reconciliación con los pueblos indígenas.

Mientras el GasLog Glasgow cruza el Pacífico, la pregunta no es solo cuánto gas llegará a Asia, sino a qué precio para el planeta y las futuras generaciones.

Crédito fotográfico: LNG Canada /The Canadian Press


To shared