
En los últimos meses, se ha observado una disminución significativa en el número de canadienses que viajan a Estados Unidos. Esta tendencia se atribuye principalmente a la reciente imposición de aranceles del 25% por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre productos canadienses, así como a la depreciación del dólar canadiense frente al dólar estadounidense.
Impacto de los aranceles y la respuesta canadiense
El 4 de marzo de 2025, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció la implementación de aranceles del 25% sobre importaciones estadounidenses valoradas en 30.000 millones de dólares, como medida de represalia. Además, se prevé una segunda fase de aranceles sobre productos por valor de 125 millones de dólares que entrará en vigor en las próximas semanas.
Reacciones de los ciudadanos canadienses
Estas tensiones comerciales han generado un aumento en el sentimiento nacionalista entre los canadienses. Muchos ciudadanos han optado por cancelar sus viajes a Estados Unidos en protesta por las políticas arancelarias de Trump. Por ejemplo, Peter Mulholland y su esposa, residentes de Vancouver, decidieron no realizar su tradicional viaje a Seattle para ver a los Azulejos de Toronto enfrentarse a los Marineros este año.
Consecuencias económicas en Estados Unidos
La disminución de turistas canadienses ha generado preocupación en el sector turístico estadounidense. La Asociación de Viajes de Estados Unidos ha advertido sobre un posible desastre económico debido a la cancelación masiva de viajes por parte de canadienses en protesta por los aranceles impuestos.
Depreciación del dólar canadiense
Además de los aranceles, la amenaza de una guerra comercial ha afectado al dólar canadiense, que ha experimentado una depreciación frente al dólar estadounidense. Esta devaluación ha encarecido los viajes y las compras en Estados Unidos para los canadienses, contribuyendo a la disminución de viajes al país vecino.
Perspectivas futuras
Mientras persistan las tensiones comerciales y la debilidad del dólar canadiense, es probable que la tendencia a la baja en los viajes de canadienses a Estados Unidos continúe. Ambos países enfrentan desafíos económicos y diplomáticos que podrían afectar no solo al turismo, sino también a otros sectores económicos interrelacionados.