Carney informará a los primeros ministros sobre negociaciones comerciales con EE.UU. en cumbre clave de Muskoka

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THE LATIN VOX (22 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En medio de tensiones crecientes en la relación comercial entre Canadá y Estados Unidos, el primer ministro Mark Carney ha convocado a los líderes provinciales del país en Huntsville, Ontario, para brindarles una actualización detallada sobre las delicadas negociaciones en curso con la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

En una cumbre de tres días entre los primeros ministros (First Ministers’ Meeting), Carney se presentará hoy martes para explicar los avances —y obstáculos— en las conversaciones orientadas a un nuevo acuerdo comercial, que originalmente se esperaba para el 21 de julio, pero que Trump aplazó hasta el 1 de agosto.

Reunión en un momento crucial

El encuentro ocurre mientras Trump ha anunciado su intención de imponer aranceles del 35% a los productos que no cumplan con las reglas del acuerdo trilateral CUSMA (Canadá–Estados Unidos–México).

Esta decisión amenaza con intensificar una guerra comercial que ya ha generado preocupaciones entre las provincias canadienses, especialmente aquellas con economías fuertemente integradas al comercio transfronterizo.

Carney llegó el lunes por la noche a Muskoka tras haber recibido a una delegación bipartidista de senadores estadounidenses en Ottawa. Luego, compartió una cena informal con los primeros ministros en la residencia de Doug Ford, premier de Ontario y anfitrión de la cumbre.

Una cumbre con más que comercio en la agenda

Aunque el tema comercial domina los titulares, la agenda de la reunión también incluye debates sobre seguridad en el Ártico, movilidad laboral, inmigración, salud pública, incendios forestales y gestión de emergencias.

Temas que, en palabras del premier de Saskatchewan, Scott Moe, “no pueden quedar opacados por las tensiones bilaterales, pero sí están profundamente conectados”.

Antes de la intervención de Carney, Moe, Ford y la premier de Alberta, Danielle Smith, firmarán un memorando de entendimiento para construir infraestructura energética y comercial que refuerce la resiliencia económica del oeste canadiense ante posibles disrupciones comerciales.

Realismo en las expectativas

Moe, al llegar a la cumbre, advirtió que las aspiraciones de alcanzar un acuerdo completamente libre de aranceles son poco realistas. “Excepciones, exclusiones, exenciones —como se las quiera llamar— forman parte de esta negociación. La clave es minimizar el daño y maximizar el acceso, no la perfección”, dijo.

Carney, que ha adoptado un enfoque pragmático, coincide. Fuentes cercanas a su equipo afirman que su meta es proteger sectores sensibles como la agricultura, la automoción y la energía, mientras se preserva la competitividad del país frente a una administración estadounidense impredecible.

¿Una negociación o una pulseada?

La relación entre Carney y Trump, marcada por un tono cordial desde el G7 de junio, enfrenta ahora su primer verdadero desafío. “El cambio de fecha por parte de Trump podría ser una táctica de presión”, apuntó un alto funcionario canadiense. “Pero también es una oportunidad para que Canadá refuerce su postura sin parecer confrontacional”.

Mientras tanto, los premiers esperan que el informe de Carney les brinde claridad sobre lo que está en juego y cómo deben preparar a sus provincias para cualquier escenario posible.

Como señaló Cindy Woodhouse Nepinak, jefa nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, tras su reunión con Ford: “Estos desafíos requieren unidad, no fragmentación. Las decisiones tomadas aquí afectarán a todos los pueblos que llamamos a Canadá hogar”.

La cumbre de Muskoka no es solo una conversación sobre aranceles. Es una prueba de liderazgo y cohesión federal en un mundo cada vez más incierto. Carney llega no solo como negociador jefe, sino como símbolo de una nación que intenta encontrar equilibrio entre pragmatismo económico y soberanía nacional.

Crédito fotográfico: THE CANADIAN PRESS


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