
THE LATIN VOX (05 de Diciembre de 2025).- Por Daniela Medina.
En un inesperado gesto de distensión diplomática y pragmatismo comercial, los líderes de las tres principales economías de América del Norte Mark Carney (prim-ministro de Canadá), Donald Trump (presidente de Estados Unidos) y Claudia Sheinbaum (presidenta de México) acordaron este viernes retomar conversaciones orientadas a preservar y fortalecer el United States Mexico Canada Agreement (USMCA), conocido en Canadá como CUSMA.
Contexto de tensión comercial
Para muchos analistas, las relaciones trilaterales vivieron su etapa más tensa desde la firma original del acuerdo comercial que antecedió al USMCA.
El anuncio ocurre en un clima de gran incertidumbre: desde comienzos de 2025, Estados Unidos emprendió una ofensiva de aranceles globales que afectó con dureza a sus vecinos norteamericanos, lo que llevó a un conflicto comercial que amenazó con fracturar décadas de integración. En ese contexto, Canadá respondió imponiendo represalias, y México también quedó bajo presión, especialmente por restricciones en sectores sensibles como el automotriz, el acero y el aluminio.
Un reencuentro propiciado por el deporte
La oportunidad para retomar el diálogo surgió en un contexto inesperado: la ceremonia de sorteo del mundial de fútbol de 2026, que se llevará a cabo en Estados Unidos, Canadá y México. Los tres mandatarios coincidieron en la capital estadounidense, acto que sirvió de marco para una reunión hasta hace poco impensable.
Según declaraciones de Trump, el encuentro incluyó —además del tema deportivo— una intención clara de discutir asuntos comerciales relevantes. “Yes, we’re going to discuss trade” (“Sí, vamos a hablar de comercio”), dijo al ser consultado por periodistas.
Por su parte, Carney describió las conversaciones como “constructivas”, subrayando la voluntad compartida de “trabajar por el USMCA” como base comercial de la región.Sheinbaum, por su lado, reiteró públicamente que el pacto sigue siendo “muy importante” para México, declarando que “garantiza la competitividad de la región en el mundo”.
¿Qué se juega en la revisión de 2026?
El USMCA o CUSMA en Canadá fue concebido como un reemplazo modernizado del histórico NAFTA. Una de sus cláusulas centrales establece una revisión conjunta periódica (la próxima en 2026), lo que abre la puerta a renegociaciones, ajustes o incluso una reconfiguración del tratado.
Para Canadá, la urgencia es alta: según cifras oficiales, cerca del 75 % de su comercio exterior depende de Estados Unidos1 Un acuerdo estable —o mejor aún, mejorado— con su vecino del sur sería clave para garantizar crecimiento, empleo y certidumbre económica.
México, por su parte, busca asegurar que el USMCA sea respetado en su versión vigente, y que no se convierta en una herramienta de presión unilateral, especialmente en un contexto global volátil.
Y Estados Unidos, con una economía que busca reducir su déficit comercial y proteger sus industrias, observa el tratado como una plataforma que con margen para modificaciones para regular de forma más favorable sus exportaciones e intereses estratégicos.
¿Un nuevo capítulo para la integración norteamericana?
El gesto de Washington, Ciudad de México y Ottawa podría representar un punto de inflexión. Tras meses de confrontación, amenazas arancelarias y suspicacias, el hecho de que los tres líderes coincidan en priorizar la cooperación comercial significa una señal fuerte de pragmatismo político y reconocimiento de que sus economías y sociedades están profundamente interconectadas.
Analistas observan con atención los próximos pasos: cómo se estructurarán las negociaciones, qué sectores serán prioritarios (automotriz, energía, manufactura, agricultura), y de qué modo Canadá y México lograrán asegurar garantías de estabilidad frente a eventuales cambios de rumbo en Washington.
Para muchos gobiernos, empresas e inversionistas, el mantenimiento o incluso la mejora del USMCA es vital para asegurar la fluidez del comercio, las cadenas de suministro y la competitividad global de América del Norte.
La declaración del primer ministro Carney, reflejando el compromiso de Trump y Sheinbaum de “trabajar en el USMCA”, representa un respiro para una región que en 2025 vivió una de sus peores crisis comerciales en décadas. El contexto —una reunión en Washington con motivo del mundial de fútbol parece casi irónico, pero subraya algo clave: cuando los intereses económicos y estratégicos se entrelazan, incluso gestos simbólicos pueden abrir la puerta a acuerdos fundamentales.
A medida que se acerca la revisión obligatoria del pacto en 2026, todas las miradas gubernamentales, empresariales y mediáticas estarán puestas en los próximos movimientos diplomáticos. Lo que está en juego no es menor: no sólo el comercio, sino el modelo mismo de cooperación entre tres naciones históricamente integradas.
Fuente: www.wsj.com
Foto: Google fotos