
THE LATIN VOX (24 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una visita sorpresa marcada por estrictas medidas de seguridad, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, llegó hoy domingo a la capital ucraniana para participar en las celebraciones del Día de la Independencia y reafirmar el compromiso de Ottawa con Kiev en medio de la guerra contra Rusia.
El viaje, realizado bajo un fuerte hermetismo, coincidió con el 33º aniversario de la proclamación de independencia de Ucrania en 1991, hito que anticipó la caída de la Unión Soviética.
Carney fue recibido como “invitado especial” en los actos oficiales y aprovechó la ocasión para reunirse con el presidente Volodímir Zelenski, con quien abordó un nuevo paquete de asistencia militar y la posibilidad de cooperación en la producción conjunta de equipamiento de defensa.
Más de 2000 millones de dólares en ayuda
Canadá anunció un aporte adicional de 2000 millones de dólares en asistencia militar, de los cuales más de 1.000 millones estarán destinados a la producción de municiones, drones y vehículos blindados de fabricación canadiense. El objetivo, según Carney, es fortalecer la resistencia ucraniana frente a la agresión rusa y garantizar suministros constantes en el frente.
“Sabemos que Putin nunca será de fiar. La verdadera paz y seguridad para Ucrania solo serán posibles con garantías sólidas de seguridad”, afirmó Carney en un discurso en la emblemática Plaza de Santa Sofía, donde recordó los fallidos intentos de paz en Minsk y advirtió contra la tentación de confiar en treguas temporales.
Seguridad y postguerra
La cuestión de las garantías de seguridad fue central en las conversaciones. Ucrania reclama compromisos firmes de sus aliados para evitar que un eventual alto el fuego se convierta en una pausa antes de una nueva ofensiva rusa.
En paralelo, una delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Marco Rubio, y acompañada por generales y asesores de alto nivel de varios países europeos, también estuvo en Kiev explorando fórmulas de respaldo a largo plazo.
Carney apoyó la intención del expresidente estadounidense Donald Trump de impulsar negociaciones de paz, pero subrayó que los aliados deben prepararse para el “día después”. “Cuando llegue la paz, no bastará con confiar y verificar. Habrá que disuadir y fortificar”, advirtió.
Resistencia rusa
Desde Moscú, el exmandatario Dmitri Medvédev reiteró que Rusia rechaza cualquier fórmula que implique presencia de la OTAN en una fuerza de paz. Además, legisladores rusos volvieron a insistir en que Ucrania debería ceder territorios —como Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk— y adoptar una neutralidad similar a la de Finlandia tras la Segunda Guerra Mundial.
Producción conjunta y cooperación tecnológica
Más allá de la ayuda inmediata, Canadá y Ucrania buscan fortalecer la cooperación industrial en defensa. Durante la última cumbre del G7 en Alberta, Ottawa ya había comprometido 2000 millones adicionales, en paralelo a un acuerdo estratégico con la Unión Europea para compras y producción conjuntas.
Los drones, pieza clave en la guerra, se perfilan como uno de los principales ámbitos de colaboración. De hecho, Estados Unidos y Ucrania anunciaron recientemente un programa de cooperación en drones valorado en 50000 millones de dólares, considerado uno de los mayores compromisos estratégicos bilaterales desde el inicio del conflicto.
Por ahora, Ucrania mantiene la prohibición de exportar armamento debido a las urgencias del frente, aunque autoridades en Kiev evalúan flexibilizarla para aliados de confianza como Canadá y otros miembros de la OTAN, con la condición de proteger la tecnología sensible.
Un respaldo simbólico y político
La presencia de Carney en Kiev en una fecha tan simbólica refuerza el mensaje de apoyo inquebrantable de Canadá hacia Ucrania. Entre discursos, acuerdos militares y advertencias sobre el futuro, la visita envió una señal clara: en la estrategia occidental, la victoria y la seguridad de Ucrania siguen siendo una prioridad.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: Discover Airdrie