
THE LATIN VOX (17 de noviembre de 2025).- Daniela Medina.
Las elecciones presidenciales chilenas de noviembre de 2025 culminaron con un escenario dramático y profundamente polarizado: Jeannette Jara, del Partido Comunista, y José Antonio Kast, líder ultraconservador, avanzaron a la segunda vuelta prevista para el 14 de diciembre. Luego de una primera ronda sin un vencedor claro, los dos candidatos representantes de extremos idéológicos opuestos definirán el destino político de Chile.
El resultado no sólo evidencia la crisis de los partidos tradicionales, sino que pone de relieve un profundo choque de visiones sobre seguridad, migración, economía y el modelo de Estado.
Quiénes son los protagonistas
Jeannette Jara: candidata del Partido Comunista de Chile, Jara tiene 51 años y fue ministra de Trabajo en el gobierno de Gabriel Boric. En sus primarias, obtuvo más del 60 % de los votos, consolidándose como la figura principal del bloque de izquierda oficialista. A pesar de su filiación comunista, algunos analistas afirman que su perfil es más pragmático que doctrinario, lo que le podría dar cierto atractivo moderado dentro de un electorado amplio.
Jara ha puesto sobre la mesa un programa centrado en la justicia social: propone elevar el ingreso mínimo, expandir el estado de bienestar, reforzar los servicios públicos y levantar el secreto bancario para perseguir delitos económicos organizados. Además, ha prometido medidas para combatir la delincuencia desde una perspectiva progresista, considerando que el aumento de la criminalidad ha sido una de las mayores preocupaciones ciudadanas.
José Antonio Kast: de 59 años, es abogado, político de derecha dura y líder del Partido Republicano de Chile, una formación de ultraderecha con un discurso muy duro en seguridad y migración. Kast ha construido su campaña sobre la promesa de mano dura: deportaciones, reforzamiento de fronteras con obras como fosas y zanjas, y mayor autoridad policial.
Su ascenso ha sido apoyado por otras figuras de la derecha, y su retórica ha sido comparada con líderes populistas internacionales. Su plataforma también apela a quienes están descontentos con la gestión de la seguridad pública: la violencia, la migración y la extorsión son ejes clave en su discurso.
Resultados de la primera vuelta: un país dividido
En la primera vuelta, Jara obtuvo aproximadamente 26,6 % de los votos, mientras que Kast alcanzó cerca de 24,3 %, según los resultados preliminares del Servicio Electoral (Servel). Ninguno superó el 50 %, lo que obligó a celebrar una segunda vuelta.
El escenario se ve aún más polarizado si se considera que los otros candidatos de derecha acumularon un porcentaje muy alto: casi el 70 % de los votos de la primera vuelta favorecieron a opciones de derecha, lo que deja a Kast en una posición favorable para capitalizar ese respaldo en el balotaje.Algunos encuestadores incluso señalan que le sería más sencillo a él consolidar la mayoría derecha que a Jara captar apoyos fuera de su coalición.
Tensiones clave y temáticas dominantes
Seguridad y migración
La campaña estuvo dominada por la preocupación ciudadana en torno al aumento de la criminalidad, los secuestros y la extorsión. Muchos chilenos identifican estos problemas con el crecimiento de grupos delictivos extranjeros y la inmigración irregular, por lo que Kast ha apelado a soluciones drásticas para “restablecer el orden”.
Jara, por su parte, reconoce estas preocupaciones pero propone abordarlas con un enfoque distinto: fortalecer las instituciones, aumentar la presencia policial y fiscalizar el sistema financiero para cortar las redes criminales. Promete hacerlo sin renunciar a valores de inclusión social y derechos humanos.
Economía social vs. conservadurismo
Para Jara, la justicia social es central: su programa incluye medidas para redistribuir riqueza, invertir en el Estado de bienestar y garantizar protección social para los más vulnerables. Su discurso busca combinar reforma con estabilidad, apelando tanto a la base comunista como al electorado progresista más amplio.
Kast, por su parte, aboga por una agenda conservadora tradicional: menos gasto social, mayor rigidez en la administración pública y una visión del Estado como garante del orden antes que del bienestar universal. Sus propuestas apuntan más a un modelo autoritario-liberal, donde la seguridad es el eje fundamental.
Riesgos y retos del balotaje
- Movilización del electorado: La segunda vuelta dependerá en gran medida de la capacidad de ambas campañas para movilizar a sus simpatizantes y atraer a votantes de candidatos ya eliminados.
- Alianzas estratégicas: Kast podría consolidar aún más su posición si logra el apoyo de otros dirigentes de derecha que no pasaron, mientras que Jara necesita convencer a sectores moderados para poder ampliar su base.
- Polarización social: Una victoria de cualquiera de los extremos podría profundizar la fragmentación política y social. La campaña ya ha sido descrita por muchos como un “plebiscito entre visiones de país”: un modelo más autoritario y conservador frente a otro más social y comunitario.
- Desafíos gobernabilidad: Si gana Kast, podría enfrentar dificultades por su perfil confrontativo y sus posturas radicales; si gana Jara, deberá demostrar que sus promesas sociales son viables sin desestabilizar la macroeconomía.
Importancia internacional
- América Latina: Estas elecciones son observadas como un reflejo del pulso ideológico en la región, donde emergen tanto liderazgos de izquierda radical como de derecha dura.
- Seguridad y migración: En un contexto global marcado por flujos migratorios y crisis de seguridad, el resultado tendrá implicaciones sobre políticas fronterizas y cooperación internacional.
- Modelo económico: Chile ha sido históricamente un referente neoliberal en Latinoamérica. Un triunfo comunista o ultraderechista podría significar un punto de inflexión para su modelo económico.
- Relaciones exteriores: Dependiendo del ganador, Chile podría inclinarse hacia diferentes socios internacionales (potenciar alianzas con países progresistas o fortalecer vínculos con gobiernos conservadores).
Chile vive una encrucijada histórica. La segunda vuelta del 14 de diciembre enfrentará a dos figuras con visiones diametralmente opuestas: Jeannette Jara, representante de la izquierda comunista con un programa de justicia social, y José Antonio Kast, líder ultraderechista que promete mano dura, control migratorio y seguridad por encima de todo.
Lo que está en juego no es solo quién será el próximo presidente, sino qué modelo de sociedad prevalecerá: un Chile más equitativo, inclusivo y de Estado fuerte en lo social, o un Chile más autoritario, conservador y orientado hacia un orden rígido y restrictivo. Para millones de chilenos, esta elección es más que un acto de voto: es una definición sobre el rumbo del país.
Las próximas semanas serán decisivas: las alianzas, la movilización y los mensajes de campaña determinarán si prevalece la esperanza de cambio social o el deseo de seguridad a toda costa.
Fuente: www.bbc.com
Foto: Google fotos