
THE LATIN VOX (20 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
En medio de negociaciones cada vez más delicadas sobre el futuro de TikTok en los Estados Unidos, el Ministerio de Comercio chino volvió a insistir en que EE.UU. debe garantizar un entorno comercial justo, abierto e imparcial hacia las empresas chinas, incluyendo a ByteDance, propietaria de TikTok. Esta exigencia sucede tras un marco de acuerdo preliminar alcanzado durante conversaciones en Madrid, y una llamada entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, en la que se afirmaron avances significativos, pero quedaron pendientes múltiples detalles críticos.
Lo que se sabe hasta ahora: antecedentes y el estado actual del acuerdo
- El marco alcanzado en Madrid
Durante reuniones en Madrid, representantes estadounidenses y chinos negociaron un marco para resolver las crecientes tensiones en torno al control de TikTok, preocupaciones de seguridad nacional y la posibilidad de que la app sea prohibida en EE.UU. si ByteDance no vendía o cedia sus operaciones estadounidenses. - Llamada Trump-Xi
El presidente Donald Trump y el presidente Xi Jinping conversaron recientemente, siendo esta la primera llamada directa entre ambos en varios meses, tratando no sólo el caso TikTok, sino también otros temas comerciales, controles de exportación, y disputas arancelarias. - Postura china reafirmada
China sostiene que respeta que la negociación la conduzca la empresa (TikTok y ByteDance), pero pide que estas negociaciones se lleven adelante bajo reglas de mercado, de acuerdo con las leyes chinas, sin imposiciones políticas o discriminaciones. - Aspectos aún no resueltos
Los puntos clave que están todavía en disputa incluyen:- La estructura exacta de propiedad de TikTok en EE.UU.: qué porcentaje de control quedaría bajo entidades estadounidenses vs. cuánto control conservaría China.
- Qué grado de supervisión o participación tendría EE.UU. sobre el algoritmo de TikTok, gestión de datos de usuarios, políticas de contenido, etc.
- Concesiones que Beijing espera recibir como contrapartida si permite la transferencia o cambio en el modelo de operación. Esto podría incluir derechos de exportación tecnológica, acuerdos sobre licencias de propiedad intelectual, menor interferencia regulatoria, etc.
Lo que China pide específicamente
El discurso oficial chino enfatiza varios requisitos:
- Que EE.UU. proporcione un entorno comercial abierto, justo y no discriminatorio para todas las empresas chinas, incluyendo TikTok.
- Que cualquier cambio o acuerdo respete la legislación china relevante, lo que implica que ByteDance debe poder operar bajo regulaciones nacionales para la empresa matriz.
- Que los derechos de propiedad intelectual, licencias tecnológicas y exportaciones relacionadas sean revisados de manera transparente, pero sin imposiciones que Washington considere unilaterales o punitivas.
Implicaciones geopolíticas, comerciales y de seguridad
Estas negociaciones no son solo sobre una aplicación de videos cortos; representan un punto focal más amplio de la rivalidad entre EE.UU. y China en tecnología, comercio y soberanía digital.
- Seguridad nacional y datos: EE.UU. ha justificado su presión sobre TikTok por temor al acceso del gobierno chino a datos de usuarios, manipulación algorítmica, influencia política. China rechaza esas acusaciones o las considera exageradas, y pide reglas claras.
- Impacto en empresas chinas: Si EE.UU. impone estándares o reglas especiales para las empresas chinas, esto puede sentar precedentes para otras firmas tecnológicas que operan en el extranjero, no solo TikTok. Posible efecto en exportaciones, inversión, convenios tecnológicos, etc.
- Comercio bilateral: La resolución positiva del caso TikTok podría facilitar acuerdos en otros frentes: desarme de aranceles, importaciones/exportaciones tecnológicas, cooperación regulatoria, inversión extranjera. Pero también podría exacerbar tensiones si alguna de las partes percibe que cede demasiado sin recibir suficientes garantías.
- Relaciones diplomáticas: Las conversaciones Trump-Xi se interpretan como indicativo de una apertura hacia compromisos diplomáticos, pero también como escenario donde cada lado busca asegurarse mejores términos antes de comprometerse.
Riesgos y posibles obstáculos
- Rechazo político interno en EE.UU.: Muchas voces en el Congreso, especialmente legisladores preocupados por seguridad nacional, podrían oponerse si consideran que EE.UU. estaría cediendo demasiado en control de datos, algoritmos o supervisión.
- Presiones regulatorias adicionales: Aun con acuerdo preliminar, se podrían imponer medidas regulatorias o legales posteriores que condicionen la operación de TikTok, o generen incertidumbre financiera para ByteDance o socios estadounidenses.
- Escepticismo en China y público: En China hay ciudadanos y medios escépticos acerca de qué tan “ganadora” será la negociación; si las concesiones erosionan control tecnológico, reputación o soberanía digital.
- Incertidumbre sobre cumplimiento y supervisión: Un acuerdo puede existir en papel, pero su implementación efectiva —con transparencia, verificaciones, cumplimiento legal, sanciones en caso de incumplimiento— será esencial para mantener la confianza de ambas partes.
Qué se podría esperar próximamente
- Finalización de detalles del acuerdo TikTok: quiénes serán los dueños estadounidenses, qué partes de la operación se transferirán, cómo se manejará la gestión de datos, si habrá restricciones de acceso al algoritmo, etc.
- Conversaciones bilaterales continuas: reuniones en foros internacionales como APEC, visitas oficiales, seguimiento de lo que se prometió en Madrid y en la llamada Trump-Xi.
- Posibles legislación estadounidense para formalizar garantías de seguridad, transparencia, control de algoritmos, protección de datos de usuarios, supervisión federal de las operaciones.
- Ajustes por parte de ByteDance: podría necesitar reestructurar su gobierno corporativo, separar activos, constituir entidades estadounidenses que rindan cuentas bajo las leyes de EE.UU.
Reflexión final
La disputa sobre TikTok entre EE.UU. y China ya va mucho más allá del simple uso de una aplicación de redes sociales. Es una manifestación concreta de cómo la tecnología, los datos y la soberanía digital se han vuelto piezas fundamentales en la geopolítica moderna.
China, al pedir condiciones justas y no discriminatorias, está defendiendo no sólo el interés corporativo de ByteDance, sino también principios más amplios sobre cómo deben operar sus empresas en el extranjero sin sufrir barreras políticas o legales imprevistas.
Para EE.UU., el desafío es equilibrar su legítima preocupación por la seguridad nacional con la necesidad de mantener criterios comerciales y regulatorios que no sean percibidos como arbitrarios, proteccionistas o discriminatorios.
El resultado de estas negociaciones podría trazar un precedente importante: cómo se manejarán los casos futuros de aplicaciones tecnológicas globales con origen en potencias rivales, y hasta qué punto los Estados permitirán que empresas extranjeras operen con autonomía técnica, regulatoria y comercial en territorios sensibles por motivos de seguridad.
Fuente: /www.reuters.com
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