
El Ministerio de Finanzas de China anunció la implementación de aranceles del 25% a la carne de cerdo y ciertos productos del mar provenientes de Canadá. Esta medida, que entrará en vigor el 20 de marzo, se suma a aranceles del 100% aplicados al aceite de colza y guisantes canadienses.
La decisión de China surge en respuesta a los aranceles que Canadá impuso en octubre pasado sobre vehículos eléctricos y productos de acero y aluminio fabricados en China. El Ministerio de Comercio chino calificó estas acciones como violaciones graves de las normas de la Organización Mundial del Comercio, considerándolas actos de proteccionismo que perjudican los derechos e intereses legítimos de China.
La industria pesquera de Nueva Escocia, reconocida por sus exportaciones de productos del mar de alta calidad, se verá directamente afectada por estos nuevos aranceles. Los productores locales, que dependen en gran medida del mercado chino, ahora enfrentan la posibilidad de una disminución en la demanda y una presión adicional sobre los precios.
Este incremento en las tensiones comerciales entre China y Canadá plantea desafíos significativos para los sectores afectados. Las autoridades canadienses aún no han emitido comentarios oficiales al respecto. Mientras tanto, las empresas exportadoras buscan estrategias para mitigar el impacto de estos aranceles y explorar mercados alternativos para sus productos.
La situación destaca la fragilidad de las relaciones comerciales internacionales y la necesidad de soluciones diplomáticas para evitar perjuicios económicos a las industrias locales.