
THE LATIN VOX (26 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
La Academia China de Ciencias ha recibido luz verde para iniciar la construcción de una estación submarina de investigación situada aproximadamente a 6 500 pies (unos 2 000 metros) bajo el nivel del mar, en el mar de China Meridional. Según un informe publicado por Evidence Network, dicho proyecto descrito como tan complejo como “tres módulos de la Estación Espacial Internacional (ISS) tendrá capacidad para alojamiento continuo, sistemas autónomos de exploración y monitoreo, y como misión principal la búsqueda de recursos clave sumergidos, desde hidratos de metano hasta depósitos de minerales raros.
Con una fecha objetivo de puesta en servicio en torno a 2030, el proyecto representa una apuesta estratégica de China tanto en ciencia profunda marina como en geopolítica de recursos submarinos. A continuación, revisamos su contexto, tecnología, implicaciones y retos.
¿Qué es este proyecto y para qué sirve?
Según el informe:
- La estación estará ubicada en una zona sumergida del mar de China Meridional, a unos 2 000 m de profundidad, lo que equivale a 6 500 pies bajo el mar.
- Su diseño permitiría que equipos de científicos permanezcan durante periodos prolongados en el hábitat submarino, al estilo de una base espacial, disponiendo de sistemas de soporte vital, comunicaciones de fibra óptica, flota de submarinos autónomos y sensores en el fondo marino.
- La misión declarada incluye:
- Monitorear procesos geológicos submarinos (como respiraderos hidrotermales, tectónica)
- Explorar depósitos de hidratos de metano, que se estiman en la región en decenas de miles de millones de toneladas.
- Investigar minerales críticos (cobalto, níquel, tierras raras) presentes en concentraciones altamente superiores a las de la tierra firme.
- Servir como nodo tecnológico para China que combina investigación científica, extracción potencial de recursos y presencia estratégica submarina.
Tecnología y complejidad del desafío
El desafío técnico es enorme: operar con seres humanos y máquinas a 2.000 m bajo el mar implica presiones extremas, aislamiento, comunicaciones complejas y seguridad vital. El informe menciona varios elementos clave:
- Estructura reforzada capaz de resistir presiones del fondo marino (casi 200 atmósferas).
- Redes de fibra óptica y sistemas acústicos para comunicación en tiempo real desde el fondo al centro operativo.
- Vehículos submarinos autónomos (UUV) que operarán desde la base para exploración, muestreo y apoyo logístico.
- Vida a bordo: módulos habitacionales, soporte vital, depósitos de energía, mantenimiento remoto. Todo junto hace que el proyecto sea comparado con “módulos de la ISS” bajo el mar. Evidence Network
Estos avances sitúan el proyecto en la frontera entre exploración oceánica y tecnología espacial, y demuestran el interés de China por dominar espacios que antes se consideraban extremadamente difíciles o costosísimos de aprovechar.
Motivaciones estratégicas y geopolíticas
Recursos submarinos
- Los hidratos de metano en la región se estiman en unas 70 000 millones de toneladas, lo que representa un equivalente energético significativo y una posible palanca de independencia energética.
- Los minerales críticos necesarios para baterías, electrónica avanzada y defensa (cobalto, níquel, tierras raras) tienen concentraciones tres veces mayores bajo esta zona marina que en minas terrestres comunes.
Dominio estratégico
- La ubicación en el mar de China Meridional, donde China sostiene disputas territoriales con varios países, añade un componente geopolítico: esta base submarina puede servir también para monitoreo, defensa y proyección del poder marítimo.
- Establecer una “presencia permanente” en el fondo marino contribuye a redefinir quién controla los “territorios del mañana” los océanos profundos. Según el informe, “el éxito del programa podría catapultar a China como fuerza dominante en la exploración submarina mundial”
Implicaciones científicas y ambientales
- Desde la perspectiva científica, la estación permitirá estudiar ecosistemas poco conocidos respiraderos hidrotermales, comunidades extremófilas, adaptaciones biológicas únicas lo que puede abrir nuevas fronteras en biotecnología, farmacología y ciencias de la vida.
- Sin embargo, también surgen preguntas sobre el impacto ambiental: la extracción de recursos y la operación continua en zonas sensibles podrían afectar hábitats marinos, por lo que el informe señala que la base incluye mecanismos de “protección ambiental” y monitoreo en tiempo real.
Retos, dudas y críticas
A pesar del potencial, el proyecto enfrenta varios escollos:
- Viabilidad técnica y coste: Construir en el lecho marino a 2 000 m sigue siendo extremadamente caro, arriesgado y con plazos largos.
- Regulación internacional: Los fondos marinos y sus recursos están regidos por tratados internacionales (como la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar). Extraer minerales o hidratos plantea interrogantes legales y jurisdiccionales.
- Conflicto de intereses: Dada la ubicación en un mar disputado, el proyecto puede aumentar tensiones regionales, especialmente con los países ribereños que reclaman soberanía.
- Sostenibilidad ecológica: Aunque la base propone protecciones, cualquier extracción o construcción submarina tiene potencial de daño ecológico, difícil de revertir.
- Transparencia y supervisión internacional: Un proyecto de esta envergadura requiere transparencia, auditoría y cooperación internacional para evitar que derive en militarización encubierta o explotación sin control.
¿Y ahora? ¿Qué esperar?
- Las primeras fases de construcción podrían comenzar en los próximos dos años, con pruebas de instalación, infraestructura de comunicaciones y módulos de vida.
- Para 2030, el objetivo es tener una base operativa capaz de albergar tripulaciones y realizar misiones prolongadas.
- El mundo científico, ambiental y diplomático estará vigilante: se esperan artículos de investigación, conferencias científicas sobre descubrimientos, y negociaciones internacionales sobre fondo marino.
- Otros países podrían acelerar sus propios programas oceánicos ante esta iniciativa china, lo que daría pie a una carrera de exploración profunda submarina similar a la espacial del siglo XX.
El proyecto chino de una estación submarina a ~2 000 metres de profundidad no es meramente un avance científico: es un hito estratégico que combina tecnología punta, recursos críticos, geopolítica y la exploración de los últimos territorios terrestres que quedan por dominar.
En palabras del informe: “La instalación transforma cómo la ciencia aborda zonas inaccesibles, pero también quién controla los recursos del océano profundo”.
Mientras la humanidad sigue mirando al espacio, el verdadero terreno “final” podría estar bajo el agua: en las sombras del mar profundo, donde presiones extremas, misterios biológicos y riquezas minerales esperan a quienes se atrevan a llegar. China parece decidida a estar allí primero.
Fuente: evidencenetwork.ca
Foto: Google fotos