THE LATIN VOX (1 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El presidente chino, Xi Jinping, ha emitido un mensaje de optimismo para el 2025, asegurando que la economía del país está en camino de expandirse en un 5% durante el próximo año, a pesar de las crecientes tensiones comerciales con la administración entrante de Donald Trump.
En su discurso anual a la nación, Xi subrayó que la economía china se encuentra «en general estable y en progreso», desestimando los temores de que el país no pueda mantener su crecimiento ante los desafíos económicos internos y las presiones internacionales.
El discurso de Xi, difundido por la agencia estatal Xinhua, se produjo después de una reunión clave del Buró Político del Partido Comunista, donde se anunció un fuerte compromiso con el estímulo económico, el cual marcaría un cambio hacia subsidios más agresivos y recortes en el costo del crédito. En sus palabras, el presidente chino reconoció los retos que enfrenta la economía, pero aseguró que la transición hacia nuevos motores de crecimiento era posible con trabajo duro.
El reto de las aranceles de Trump
A pesar del tono optimista de Xi, el 2025 se perfila como un año de incertidumbre debido a las políticas de Trump, quien ha prometido imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas.
Trump acusa a China de proporcionar subsidios injustos a sus productos industriales, lo que, según él, ha distorsionado el comercio internacional. Este desafío podría dañar aún más las perspectivas económicas de China, ya que las tarifas elevadas afectarían las exportaciones del gigante asiático y podrían desencadenar una serie de represalias de Pekín contra las empresas estadounidenses que operan en su territorio.
Se espera que China tome medidas punitivas contra compañías estadounidenses, incluido el gigante automovilístico Tesla de Elon Musk, quien ha sido un asesor cercano de Trump. La relación entre ambos países se ve ahora más tensa que nunca, con implicaciones de gran alcance para las relaciones comerciales y económicas.
El tema de Taiwán: Un punto caliente
Más allá de las disputas económicas, Xi también abordó la cuestión de Taiwán, un tema clave en las relaciones entre China y Estados Unidos. El presidente chino reiteró que «nadie puede detener» la reunificación con Taiwán, sugiriendo que no se descartaba el uso de la fuerza para alcanzar ese objetivo.
La isla, que juega un papel crucial en la producción de los chips de computadora más avanzados del mundo, ha sido un punto de fricción constante en la diplomacia internacional, con Estados Unidos siendo su principal proveedor de armas, aunque no la reconoce diplomáticamente.
Desde la llegada al poder en mayo de Lai Ching-te, el líder de Taiwán, China ha intensificado su presión, llevando a cabo múltiples ejercicios militares alrededor de la isla. La tensión continúa creciendo a medida que Estados Unidos refuerza su apoyo a Taiwán, mientras que Pekín se muestra decidido a recuperar la isla, considerada por el Partido Comunista como parte integral del territorio chino.
Estímulos económicos y reformas internas
A pesar de las adversidades externas, China ha implementado varias medidas de estímulo para contrarrestar los efectos de la desaceleración económica. A partir de septiembre de 2024, se han adoptado políticas para evitar que el crecimiento caiga por debajo del 4.8%, incluyendo un aumento significativo en los salarios del sector público, lo que busca mejorar la moral y fomentar el consumo. Esta es la primera vez en varios años que los funcionarios públicos reciben un incremento salarial significativo.
El banco central también se prepara para facilitar el acceso a préstamos para hogares y empresas, después de que el mercado inmobiliario sufriera una desaceleración que provocó la quiebra de muchas empresas del sector.
Mirada internacional: Rusia y la cooperación con Putin
Xi también aprovechó su discurso para fortalecer la relación con Rusia. China y Rusia han profundizado sus lazos en lo que Xi denominó una «sociedad estratégica de nueva era».
En su encuentro de mayo, Xi y Vladimir Putin acordaron cooperar en temas clave como Taiwán y Ucrania, así como enfrentarse conjuntamente a Estados Unidos en el ámbito internacional. Esta alianza promete ser un factor importante en el panorama geopolítico del 2025.
Se ha confirmado que Xi Jinping visitará Rusia en 2025, en un gesto que consolida aún más los lazos entre las dos potencias, mientras el mundo observa de cerca cómo las tensiones entre las principales economías globales, incluida la guerra comercial con Estados Unidos, moldean el futuro económico de China.
¿Será 2025 el año del crecimiento en China?
A pesar de las previsiones de un crecimiento moderado, con analistas de Bloomberg estimando una tasa de expansión de solo 4.5% para 2025, Xi y su gobierno se mantienen firmes en su expectativa de un crecimiento del 5%. Sin embargo, las dudas persisten sobre la fiabilidad de las cifras económicas oficiales, especialmente después de los ajustes y las críticas sobre la manipulación de datos durante la pandemia.
En resumen, el camino por delante para China está marcado por desafíos tanto internos como externos. El presidente Xi Jinping se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar el crecimiento económico con las tensiones geopolíticas, mientras busca consolidar su legado y la estabilidad del país en un mundo cada vez más multipolar y competitivo.
Crédito fotográfico: The New York Times/ AP