Las conversaciones buscan incrementar los vuelos entre China y Canadá después de acuerdos similares con los Estados Unidos y la relajación de las restricciones de la COVID-19. Sin embargo, disputas diplomáticas y la lenta adaptación del sector de la aviación podrían prolongar la situación actual. El transporte aéreo entre ambos países ha disminuido significativamente en comparación con el verano de 2019, pasando de más de 100 vuelos semanales a solo 10 esta temporada. Esto se debe en parte a las estrictas reglas de la COVID-19 de China, que han obligado a las aerolíneas globales a hacer escalas en otros lugares.
La situación se ha complicado aún más debido a la prohibición de Rusia de permitir vuelos comerciales de países como Canadá y Estados Unidos en su espacio aéreo, obligando a las aerolíneas canadienses a tomar rutas más largas y costosas. A pesar de las restricciones, China ha aumentado los vuelos hacia Estados Unidos, lo que ha evitado que las aerolíneas chinas compitan con las estadounidenses mediante vuelos más rápidos y económicos.
Ambos países, Canadá y China, están interesados en aumentar el número de vuelos, pero las tensiones diplomáticas y políticas han complicado las negociaciones. China ha acusado a Canadá de exagerar la interferencia extranjera y ha mantenido a los turistas chinos fuera de las visitas en grupo a Canadá. La comunidad de viajes en Canadá está luchando por convencer a las aerolíneas de ofrecer más vuelos, ya que la demanda de boletos aéreos ha aumentado significativamente en los últimos años, lo que ha llevado a un aumento en los precios.
Los expertos creen que la demanda de vuelos a Asia aumentará en los próximos años, especialmente entre los viajeros de negocios que han estado limitados en sus desplazamientos debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, el proceso de negociación y las tensiones políticas entre los dos países podrían prolongar la espera para que los viajeros vuelvan a tener acceso a vuelos directos entre China y Canadá.