Chrystia Freeland inicia oficialmente su campaña política para liderar Canadá

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THE LATIN VOX (19 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En un contexto político cada vez más polarizado y marcado por la figura de Donald Trump, Chrystia Freeland, exviceministra de Canadá, ha lanzado su campaña para liderar el país con una declaración que rápidamente se viralizó: “A Donald Trump no le caigo muy bien”.

La exministra de Relaciones Exteriores y actual aspirante a primer ministro ha decidido poner a Trump en el centro de su estrategia, utilizando la retórica del expresidente estadounidense en su contra como un punto de venta.

El video que dio inicio a su campaña muestra a Trump descalificando a Freeland por ser una negociadora difícil, una crítica que la propia candidata no solo acepta, sino que celebra. Durante la primera administración de Trump, Freeland fue una de las negociadoras clave en la reestructuración del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Canadá, Estados Unidos y México.

Este episodio, que involucró tensas negociaciones con la Casa Blanca, parece haber sido el catalizador para que Freeland escoja este «humilde alarde» como parte de su imagen política.

Para Freeland, el desdén de Trump hacia su persona se ha convertido en un símbolo de su capacidad para defender los intereses de Canadá, especialmente frente a un mandatario estadounidense que intentó imponer tarifas arancelarias masivas y expresó abiertamente su deseo de integrar a Canadá en los Estados Unidos.

La figura de Trump sigue siendo un tema sensible en la política canadiense, y Freeland ha logrado capitalizar el sentimiento nacionalista que se ha agudizado ante las actitudes beligerantes de su vecino del sur. Incluso el líder conservador de Ontario, Doug Ford, fue recientemente fotografiado con una gorra que decía “Canada Is Not For Sale” (Canadá no está en venta), lo que refleja un sentimiento compartido por muchos canadienses.

La campaña de Freeland también busca contrastar su liderazgo con el de su principal rival político, Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá. En el video, Freeland acusa a Poilievre de ser un líder que «se inclinaría ante Trump y nos traicionaría», subrayando su postura proactiva y firme ante la influencia estadounidense.

El enfoque de Freeland no se limita solo a los votantes angloparlantes. Con una audiencia francófona igualmente importante, la exministra ha lanzado una versión del video en francés, con el mismo mensaje y un toque patriótico que resalta su imagen como una defensora incansable de la soberanía canadiense.

Ambas versiones del video terminan con una imagen simbólica en la que el nombre de la candidata, “Chrystia Freeland”, se despliega en los colores rojo y blanco de la bandera canadiense, con la sombra de una hoja de arce sobre la letra «A», un símbolo icónico del país.

Al integrar un mensaje fuerte de unidad nacional y resistencia ante las presiones externas, Freeland busca consolidarse como una líder que no solo es capaz de gestionar las relaciones internacionales de Canadá, sino también de fortalecer la identidad y los valores nacionales.

A medida que se acercan las elecciones generales, la campaña de Freeland se presenta como una promesa de liderazgo con firmeza y estrategia. No obstante, la gran pregunta será si este enfoque, centrado en la figura de Trump y la crítica a sus oponentes políticos, será suficiente para convencer a los votantes canadienses de que ella es la persona indicada para llevar al país hacia el futuro.

En cualquier caso, su inicio de campaña está claro: si la política es un juego de percepciones, Freeland ya ha dado un golpe de efecto.

Crédito fotográfico: THE TORONTO STAR


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