
En un esfuerzo por abordar el creciente costo de vida que ha afectado a millones de canadienses, la candidata a la dirigencia liberal Chrystia Freeland ha presentado un plan ambicioso para reducir los precios de los alimentos. La propuesta busca poner un freno a los márgenes de ganancia de los supermercados en productos esenciales y erradicar prácticas comerciales engañosas, como la «shrinkflation».
Freeland ha prometido establecer un límite a los márgenes de ganancia de los supermercados en productos de primera necesidad, incluyendo huevos, leche, vegetales y fórmula para bebés. Según la exministra de Finanzas, esta medida es crucial para garantizar que los consumidores paguen precios justos en un mercado donde la inflación alimentaria ha sido un problema persistente.
La propuesta de Freeland también incluye la prohibición de la «shrinkflation», una estrategia en la que los fabricantes reducen el tamaño de los envases mientras mantienen los precios, lo que resulta en un aumento indirecto del costo para los consumidores. Para reforzar esta medida, propone una reforma a la Oficina de Competencia para combatir prácticas engañosas con una política de «tolerancia cero» hacia los infractores.
Para implementar estas medidas sin aumentar la carga fiscal de los ciudadanos, Freeland ha asegurado que financiará su plan mediante la reducción de costos operativos en el gobierno. Esto se lograría eliminando burocracia innecesaria, optimizando la gestión administrativa y utilizando herramientas digitales y de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia en la prestación de servicios gubernamentales.
«Mi gobierno utilizará los dólares de los contribuyentes de manera responsable. Reduciremos los costos de operación sin afectar los beneficios y servicios de los que dependen los canadienses», explicó Freeland en un correo electrónico detallando su plan.
La falta de competencia en la industria de los supermercados ha sido señalada como una de las principales razones del incremento en los precios de los alimentos en Canadá. Freeland ha propuesto medidas para fomentar la competencia, como la prohibición de que los supermercados sean dueños de mayoristas, procesadores y distribuidores de alimentos, lo que evitaría la concentración de poder en la cadena de suministro.
Además, la candidata liberal planea facilitar financiamiento de bajo costo para atraer nuevos supermercados independientes y está considerando permitir la entrada de cadenas extranjeras al mercado canadiense, con la excepción de las estadounidenses.
Las estadísticas han demostrado un aumento alarmante en la inseguridad alimentaria en Canadá. Según datos de Statistics Canada, el número de personas que viven en hogares con dificultades para acceder a alimentos ha crecido de 6.1 millones en 2019 a 8.7 millones en 2023. El plan de Freeland busca aliviar esta crisis con regulaciones más estrictas y un acceso más equitativo a productos esenciales.
Otra propuesta clave del plan de Freeland es la construcción de 100,000 nuevos espacios de cuidado infantil a $10 por día, utilizando edificios federales renovados o de nueva construcción para albergarlos. La candidata ha asegurado que su gobierno ofrecería estos espacios sin costo a proveedores sin fines de lucro y reduciría los alquileres actuales a cero dentro de los primeros 60 días de su administración.
Adicionalmente, ha prometido reducir impuestos a la clase media, aliviar los costos de las tarjetas de crédito y facilitar la compra de la primera vivienda para los canadienses.
Freeland es una de las cinco candidatas en la contienda para reemplazar al primer ministro Justin Trudeau, quien anunció su intención de renunciar una vez que se elija un nuevo líder. Entre sus oponentes se encuentran el exbanquero central Mark Carney, la diputada Karina Gould y los exdiputados Frank Baylis y Ruby Dhalla. La votación está programada para el 9 de marzo.
El plan de Freeland ha generado un debate sobre la viabilidad de sus propuestas y el impacto que podrían tener en la economía del país. Sin embargo, su enfoque en la reducción de precios de los alimentos y el fortalecimiento de la competencia en el mercado refleja un compromiso con aliviar la carga económica de millones de canadienses. Resta ver si estas iniciativas lograrán convencer a los votantes y asegurar su liderazgo en el Partido Liberal.