La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha dictaminado que la presencia de Israel en territorio palestino, incluidos los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, constituye una violación del derecho internacional. Esta decisión histórica se produjo después de años de deliberación y escrutinio intenso de las políticas de Israel en los territorios ocupados.
En un fallo detallado emitido desde La Haya, la CIJ declaró que la construcción de asentamientos por parte de Israel en tierras palestinas desde 1967 viola la Cuarta Convención de Ginebra, que prohíbe a una potencia ocupante trasladar a su población civil al territorio que ocupa. El tribunal subrayó que estos asentamientos han sido un obstáculo significativo para lograr una resolución pacífica del conflicto israelí-palestino.
El fallo también condenó la anexión por parte de Israel de Jerusalén Este, que capturó de Jordania durante la Guerra de los Seis Días en 1967. La CIJ reafirmó que Jerusalén Este sigue siendo parte de los territorios palestinos ocupados según el derecho internacional y criticó los intentos de Israel de alterar su carácter demográfico y geográfico mediante la expansión de asentamientos y proyectos de infraestructura.
Israel ha cuestionado consistentemente la jurisdicción de la CIJ en asuntos relacionados con su seguridad y soberanía, argumentando que estos temas deberían resolverse a través de negociaciones bilaterales con los palestinos. Funcionarios israelíes han criticado la decisión de la CIJ como parcial y motivada políticamente, manteniendo que los asentamientos no son ilegales según el derecho internacional.
Por otro lado, líderes palestinos y organizaciones internacionales de derechos humanos han recibido con satisfacción el fallo de la CIJ como un paso significativo hacia la rendición de cuentas y la justicia para los palestinos que viven bajo ocupación. Han instado a la comunidad internacional a defender el estado de derecho y garantizar que Israel cumpla con sus obligaciones legales bajo el derecho internacional humanitario.
Las Naciones Unidas y varios países han instado tanto a Israel como a los palestinos a reanudar negociaciones significativas con el objetivo de lograr una solución de dos estados basada en fronteras reconocidas internacionalmente y los principios de justicia y equidad. Se espera que la decisión de la CIJ reavive el debate global y los esfuerzos diplomáticos para resolver uno de los conflictos más prolongados de la historia moderna.