Colapso silencioso: Miles de pacientes abandonan salas de urgencias en Columbia Británica sin recibir atención médica

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THE LATIN VOX (24 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Nuevos datos revelan una preocupante tendencia en el sistema de salud de Columbia Británica (B.C.): el número de pacientes que acuden a las salas de emergencia y se van sin ser atendidos ha aumentado un 86 % en los últimos siete años.

El fenómeno, conocido como LWBS (por sus siglas en inglés: Left Without Being Seen), es más agudo en las autoridades sanitarias de Fraser Health y Vancouver Island Health, dos de las zonas más pobladas de la provincia.

Según cifras obtenidas mediante una solicitud de acceso a la información, 141,961 personas salieron de salas de urgencias en B.C. en el año fiscal 2024-2025 sin haber sido vistas por un médico —una escalada significativa respecto a las 76,157 registradas en 2018-2019.

Una tendencia que alarma

Aunque el Ministerio de Salud provincial insiste en que los pacientes más graves siguen siendo priorizados, la creciente cifra de abandonos plantea serias dudas sobre la capacidad del sistema para responder al volumen y la urgencia de los casos.

“Los pacientes nunca son rechazados. Pero cuando aumentan las llegadas a emergencias y la congestión hospitalaria, los tiempos de espera también se alargan, y eso empuja a más personas a irse sin atención”, admite un informe interno de Island Health publicado en enero de 2025.

Esa autoridad sanitaria en particular ha visto cómo sus LWBS pasaron de 11,513 casos en 2018 a casi 30,000 en 2025 —un aumento de 160 %. Peor aún: aunque su objetivo es que solo el 2 % de los pacientes abandonen sin atención, el documento reconoce que actualmente la tasa alcanza el 7.3 %. “El desempeño está significativamente fuera del rango aceptable”, concluye el informe.

Más gente, menos atención

El crecimiento poblacional ha sido parte del problema. Island Health ha visto un aumento del 11 % en su población desde 2018, mientras que Fraser Health —la mayor autoridad sanitaria de B.C.— registró un aumento del 87 % en pacientes que se van sin ser atendidos, con una población que también creció un 4.6 %.

En total, solo entre 2023 y 2025, el número de abandonos en las salas de urgencias aumentó un 18 % en toda la provincia.

El Ministerio de Salud ha respondido aumentando el número de camas hospitalarias en un 7.9 %, y contratando cerca de 1,800 nuevos trabajadores solo en 2024, incluidos más de 800 enfermeros. Pero para muchos, estas medidas llegan tarde.

Denuncias y consecuencias

Las cifras coinciden con una serie de testimonios que han sacudido a la opinión pública. La doctora Kaitlin Stockton, médica de urgencias, demandó a la autoridad sanitaria de Fraser tras denunciar que fue amenazada por advertir a pacientes sobre los “tiempos de espera inaceptables”.

Dos enfermeros de la misma zona relataron haber sido víctimas de agresiones violentas por parte de pacientes, reflejando no solo el agotamiento del sistema, sino también su creciente peligrosidad.

El sindicato Doctors of B.C. —que representa a más de 16,000 médicos y estudiantes de medicina— ha pedido desde hace tiempo un plan de estabilización urgente para las salas de emergencia. En un comunicado, señalaron que “los esfuerzos recientes para atraer médicos estadounidenses y abrir una nueva facultad de medicina en la Universidad Simon Fraser son útiles, pero no suficientes”.

Un síntoma de una enfermedad mayor

Para los críticos, esta crisis revela una falla estructural más profunda. La oposición conservadora de B.C. calificó los datos como “devastadores” y exigió una revisión total del sistema de atención de urgencias. Incluso el ministro de Salud, Josie Osborne, reconoció en CBC que el gobierno está llevando a cabo una auditoría exhaustiva de todas las autoridades sanitarias.

En un contexto de crecimiento demográfico, escasez de personal médico y sobrecarga de hospitales, el aumento de pacientes que se van sin ser atendidos es mucho más que una estadística: es un síntoma urgente de un sistema que lucha por mantenerse en pie.

Mientras miles de personas continúan esperando por atención —o rindiéndose antes de recibirla— la pregunta central sigue siendo: ¿quién cuidará a los que no logran ser vistos?

Crédito fotográfico: Patient Pathways


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