Columbia Británica elimina el impuesto al carbono: un giro en la política ambiental de la provincia

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En una decisión que marca un cambio significativo en su enfoque ambiental, el gobierno de Columbia Británica ha anunciado la eliminación del impuesto al carbono, una medida que había sido considerada pionera en Canadá cuando se implementó en 2008. Esta decisión, que ha generado reacciones mixtas entre sectores políticos, económicos y ambientales, refleja una nueva dirección en la estrategia provincial frente al cambio climático y el costo de vida.

El anuncio fue realizado por el premier de Columbia Británica, David Eby, quien argumentó que la medida busca aliviar la presión económica sobre las familias y las empresas de la provincia. «Los habitantes de Columbia Británica enfrentan costos cada vez más altos en todos los aspectos de su vida. Este es el momento de dar un respiro a los ciudadanos y asegurarnos de que puedan seguir adelante sin cargas adicionales», declaró Eby en una conferencia de prensa en Vancouver.

El impuesto al carbono, que fue introducido hace más de 15 años, se había convertido en un modelo para otras jurisdicciones que buscaban reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, en los últimos años, las críticas sobre su impacto económico habían ido en aumento, especialmente por parte de sectores industriales y agrícolas que argumentaban que encarecía la producción y afectaba la competitividad de las empresas locales.

Desde la oposición y grupos ambientalistas, la eliminación del impuesto ha sido recibida con preocupación. «Este es un grave retroceso en la lucha contra el cambio climático», expresó Alex Cullen, portavoz de la ONG ambientalista Clean Energy Canada. «Eliminar el impuesto sin una estrategia clara de reducción de emisiones pone en riesgo los avances logrados en la última década».

La decisión de Columbia Británica también podría tener repercusiones a nivel federal. El gobierno de Justin Trudeau ha defendido el impuesto al carbono como una herramienta clave en su política climática y ha incentivado a las provincias a mantener esquemas de tarificación de carbono. Con esta nueva postura, Columbia Británica se suma a otras provincias que han cuestionado la efectividad de este tipo de impuestos y han pedido alternativas más enfocadas en incentivos verdes en lugar de penalizaciones económicas.

A medida que la provincia avanza en esta nueva política, la pregunta clave será cómo equilibrará el alivio económico para los ciudadanos con sus compromisos ambientales. El debate sobre el impacto de esta decisión apenas comienza, y su efecto en la economía y el medioambiente de Columbia Británica será monitoreado de cerca en los próximos meses.

credito fotografico: Ben Nelms/CBC


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