En una revelación impactante, una comentarista nacida en Quebec y su esposo han sido implicados en una sofisticada campaña de desinformación rusa destinada a influir en la opinión pública en los Estados Unidos. Según una acusación revelada por el Departamento de Justicia de EE. UU., la pareja supuestamente jugó un papel crucial en un esquema multimillonario orquestado por el medio de comunicación controlado por el estado ruso, RT.
La comentarista, Lauren Chen, y su esposo, Liam Donavan, están acusados de fundar Tenet Media, un medio conservador que recibió fondos sustanciales de fuentes rusas. La acusación alega que la empresa de la pareja se utilizó como fachada para difundir propaganda pro-Kremlin, apuntando a influenciadores de derecha en EE. UU. para sembrar división y discordia entre los estadounidenses.
El esquema supuestamente involucraba la creación de un inversor falso que canalizaba dinero hacia Tenet Media, permitiendo a la empresa contratar a prominentes personalidades de las redes sociales. Estos influenciadores, incluidos figuras conocidas como Tim Pool y Dave Rubin, supuestamente desconocían la verdadera fuente de su financiación. La acusación no acusa a estos influenciadores de ningún delito, pero destaca cómo fueron utilizados sin saberlo como herramientas en la campaña de desinformación rusa.
Lauren Chen, nacida en Canadá y criada en Hong Kong, ha sido una figura prominente en los círculos mediáticos de derecha. Su canal de YouTube, que tenía más de 570,000 suscriptores, fue terminado tras la acusación. Chen no ha respondido a las solicitudes de comentarios, y sus cuentas en redes sociales han permanecido en silencio desde que se conoció la noticia.
El Departamento de Justicia de EE. UU. ha acusado a dos empleados de RT, Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva, de conspiración para cometer lavado de dinero y violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros. La acusación alega que los rusos crearon un inversor falso para proporcionar fondos a Tenet Media, que luego se utilizaron para pagar tarifas significativas a los fundadores e influenciadores.
Las autoridades canadienses también han estado involucradas en la investigación, trabajando estrechamente con sus homólogos estadounidenses. El Ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, declaró que cualquier canadiense que se encuentre ayudando ilegalmente en los esfuerzos de desinformación de Rusia enfrentará todo el peso de la ley canadiense.
Las acusaciones han enviado ondas de choque a través de la comunidad mediática de derecha, con varios influenciadores distanciándose de Tenet Media y sus fundadores. Dave Rubin, uno de los influenciadores supuestamente involucrados, declaró en las redes sociales que él y otros fueron víctimas del esquema. “Si estas acusaciones resultan ser ciertas, yo, así como las otras personalidades y comentaristas, fuimos engañados y somos víctimas”, publicó Rubin en X, anteriormente conocido como Twitter.
A medida que continúa la investigación, la magnitud completa de la campaña de desinformación rusa y su impacto en la opinión pública estadounidense aún está por verse. Sin embargo, la acusación sirve como un recordatorio contundente de los esfuerzos continuos de actores extranjeros para manipular e influir en los procesos democráticos a través de medios encubiertos.