Un hombre canadiense que mató a una mujer indígena lanzándole un enganche de remolque desde un coche en movimiento en Thunder Bay, Ontario, ha salido en libertad condicional después de cumplir dos años y medio de su condena de ocho años por homicidio involuntario.
Brayden Bushby, de 24 años, fue declarado culpable el año pasado de causar la muerte de Barbara Kentner, de 34 años, quien sufrió una ruptura intestinal al ser golpeada por el objeto metálico en enero de 2017. Kentner falleció seis meses después del ataque.
La jueza Helen Pierce calificó el acto de Bushby como misógino, impulsivo y cruel, y dijo que había causado un profundo dolor a la familia de Kentner y a la comunidad indígena, que sufre una violencia desproporcionada. Sin embargo, no encontró evidencia de que el ataque fuera motivado por el racismo.
Bushby solicitó la libertad condicional en junio de este año, alegando que se había arrepentido y que había participado en programas de rehabilitación. La junta de libertad condicional le concedió la salida diurna, con condiciones como abstenerse del alcohol y las drogas, no conducir y no contactar con la familia de Kentner.
La decisión ha generado indignación entre los defensores de los derechos de los pueblos indígenas, que consideran que la pena es demasiado leve y que no refleja la gravedad del crimen. Algunos han comparado el caso con el de Colten Boushie, un joven indígena que fue asesinado por un granjero blanco en Saskatchewan en 2016. El asesino fue absuelto por un jurado compuesto solo por personas blancas.
Los familiares de Kentner han expresado su decepción y su temor por la liberación de Bushby. Su hermana Melissa dijo que no se sentía segura sabiendo que él estaba en las calles. Su hija Serena dijo que esperaba que Bushby cambiara su forma de pensar y que respetara a las mujeres indígenas.