Conservadores canadienses enfrentan críticas internas y filtraciones durante la segunda semana de campaña

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Durante la segunda semana de la campaña electoral federal en Canadá, el Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, enfrenta crecientes críticas internas y filtraciones que ponen en cuestión la estrategia adoptada. A pesar de atraer multitudes en provincias como Quebec, Ontario, Columbia Británica y Manitoba, las encuestas indican que la ventaja previa sobre los liberales de Mark Carney se ha desvanecido.

Kory Teneycke, exdirector de comunicaciones federales del partido y colaborador en la reelección del primer ministro de Ontario, Doug Ford, señaló en un evento del Empire Club of Canada el 26 de marzo que es imperativo que la campaña se enfoque en combatir los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump. Teneycke compartió con el Toronto Star encuestas internas que muestran a los conservadores 15 puntos por detrás de los liberales en Ontario, provincia que representa más de un tercio de los escaños en la Cámara de los Comunes.

Amanda Galbraith, estratega conservadora y cofundadora del Oyster Group, calificó las filtraciones y críticas anónimas como «inútiles, irritantes e innecesarias». Subrayó la importancia de confiar en el equipo de campaña para realizar los ajustes pertinentes y destacó la tendencia del partido a volverse contra sus líderes ante las primeras señales de dificultades en las encuestas, atribuyéndolo a las «complejidades» de una formación que incluye diversas facciones.

Las amenazas de aranceles y anexiones por parte de Trump han eclipsado la asequibilidad como principal preocupación entre los votantes canadienses, según múltiples encuestas. En este contexto, Poilievre ha presentado a su partido como la mejor opción para enfrentar al presidente estadounidense, mientras que el líder liberal Mark Carney ha enfatizado la necesidad de que Trump respete la soberanía de Canadá.


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