THE LATIN VOX (25 de julio del 2025).- Por Daniela Medina.
Un concierto del músico estadounidense Sean Feucht, conocido por su vinculación al movimiento MAGA y sus posturas conservadoras –contrarias a los derechos LGBTQ+ y al aborto– había sido aprobado para realizarse el sitio histórico nacional York Redoubt, sobre Halifax Harbour, en Nueva Escocia, bajo la gestión de Parks Canada.
El anuncio generó una fuerte alarma entre vecinos e incluso una intervención parlamentaria local.
Críticas abiertas: Residentes y legisladora local alzan la voz
Vecinos del histórico sitio patrimonial expresaron su indignación al enterarse de que se permitiría un concierto en un lugar emblemático construido en 1793.
Muchos afirmaron que jamás se había realizado un evento musical allí . La legisladora liberal Shannon Miedema, representando el distrito, solicitó formalmente a Parks Canada que anulara el permiso, alegando que el perfil del artista contradecía los valores de inclusión, diversidad e integridad que representa la institución.
Permiso revocado: Respuesta institucional ante la presión
Tras el creciente rechazo público, Parks Canada revocó el permiso para el evento, según reportes del 23 de julio . Aunque el promotor inicialmente trasladó el concierto a una ubicación rural cercana, finalmente se suspendió el espectáculo en el sitio patrimonial. La decisión recalca el papel de la ciudadanía en la supervisión de eventos en espacios públicos con valor cultural.
Libertad de expresión frente a valores institucionales
El conflicto planteó tensiones entre el derecho a la libertad de expresión y la responsabilidad pública de custodiar espacios históricos y promover entornos seguros para todas las comunidades.
Feucht ha sido ampliamente criticado por su discurso anti-LGBTQ+, antiaborto y por asociarse con el denominado “nacionalismo cristiano”. La federación de parques nacionales debió equilibrar legalidad de la solicitud con sus propios compromisos con valores democráticos .
Reacciones y simbolismo de una decisión relevante
Como consecuencia directa, residentes locales organizaron planes de protesta espontánea, portando banderas canadienses o del orgullo LGBTQ+. Algunos afirmaron que se habían mudado a Canadá precisamente para escapar de ese tipo de despliegues políticos, y se sintieron agredidos al verlos cerca de sus hogares .
La controversia también ha sido interpretada como un recordatorio sobre los límites del uso de espacios públicos para figuras asociadas a movimientos divisivos y el impacto que eso puede tener sobre la cohesión social y la imagen internacional del país.
Ciudadanía y valores frente al uso del espacio público
La revocación del permiso a Sean Feucht ilustra un proceso democrático activo y reflexivo, donde el uso de un sitio histórico nacional importó más que la legitimidad de un artista.
La respuesta colectiva y política sugiere que, en Canadá, el valor simbólico de sus monumentos y la defensa de principios inclusivos prevalecen frente al discurso polarizante.
Este caso seguramente será citado como precedente en debates futuros sobre la autorización de eventos públicos en sitios de patrimonio cultural y su alineamiento con los valores institucionales.
Fuente: Jacqueline Gelineau · Noticias CBC
Foto: AFP vía Getty Images