Corea del Sur: Policía busca respuestas tras el suicidio de Kim Sae-ron

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THE LATIN VOX (22 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La trágica muerte de la actriz surcoreana Kim Sae-ron, hallada sin vida en su hogar de Seúl el pasado domingo, ha reavivado el debate sobre la presión insoportable a la que están sometidos los artistas jóvenes en Corea del Sur, y el impacto devastador que esta puede tener sobre su salud mental.

Kim, quien a los 24 años se encontraba en el ojo del huracán mediático tras un accidente de conducción en estado de ebriedad en 2022, se une a una larga lista de figuras del entretenimiento que han perdido la vida bajo la brutal mirada del público y la prensa.

El fin de una carrera truncada por la exposición pública

Kim Sae-ron fue una de las estrellas más prometedoras de Corea del Sur, conocida desde pequeña por su destacada actuación en la exitosa película The Man from Nowhere (2010). Sin embargo, su carrera comenzó a derraparse cuando fue arrestada en mayo de 2022 por conducir ebria y chocar contra un árbol y un transformador eléctrico en Seúl.

A pesar de ofrecer una disculpa pública y pagar una multa de 200 millones de wons (unos 139,000 dólares), la actriz no pudo evitar la avalancha de críticas en su contra, tanto en redes sociales como en los medios de comunicación, que no cesaron de señalarla por su falta de arrepentimiento.

La exposición a este escrutinio llevó a Kim a caer en una espiral descendente, siendo eliminada de la serie Bloodhounds y retirada del drama Trolley debido a la controversia. Desesperada por reconstruir su vida, la actriz intentó trabajar en una cafetería, solo para ser acusada de exagerar sus problemas financieros.

Así, el deseo de reconstruir su vida se vio constantemente sabotajeado por la presión pública, mientras su salud mental se deterioraba en medio de la tormenta mediática.

Una cultura de ataques implacables

La muerte de Kim Sae-ron se suma a una larga lista de celebridades surcoreanas que han sucumbido al suicidio bajo la constante vigilancia pública. Entre ellos se encuentran figuras como el actor Lee Sun-kyun, quien falleció en 2023, la estrella de cine Choi Jin-sil, que se suicidó en 2008, o los trágicos casos de los artistas de K-pop Sulli y Goo Hara, quienes murieron en 2019.

La más impactante de todas fue la muerte de Kim Jong-hyun, el líder de la famosa banda SHINee, en 2017, que dejó una marca imborrable en el mundo del entretenimiento.

Los comentarios desmesurados, los ataques personales y el constante escrutinio público son la norma en la vida de una celebridad surcoreana, especialmente para las mujeres, quienes enfrentan la presión de ser impecables en todo momento.

La sociedad surcoreana, como afirma Peter Jongho Na, profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Yale, se ha convertido en un «gigantesco Squid Game», en el que aquellos que cometen errores o quedan atrás son eliminados sin piedad, sin oportunidad de redención.

La responsabilidad de los medios y las redes sociales

El enfoque implacable de los medios de comunicación tradicionales y las plataformas digitales ha tenido un impacto devastador sobre la salud mental de los famosos. Sangchin Chun, profesor de sociología en la Universidad Sogang, señala que en la cultura de los fans surcoreanos, los atletas y las celebridades son personas que pueden ser atacadas sin consecuencias. «Mientras que las grandes corporaciones o los políticos pueden recurrir a la ley para defenderse, las celebridades son blancos fáciles», dice Chun.

El tratamiento sensacionalista de la vida de Kim Sae-ron en los medios, especialmente en las plataformas de YouTube dedicadas al chisme, contribuyó a su caída. A pesar de su muerte, algunos medios continúan explotando su imagen para atraer clics.

La Coalición de Medios Democráticos y Ciudadanos, un grupo local que monitorea las prácticas éticas de los medios, ha culpado en gran parte a los medios tradicionales por su enfoque «sensacionalista y provocador», que sigue alimentando el ciclo de abuso en línea incluso después de la muerte de Kim.

El desafío de proteger la salud mental en un entorno tóxico

El suicidio de Kim ha revivido las discusiones sobre el abuso en línea y la falta de apoyo para las celebridades surcoreanas, que enfrentan una presión mental insoportable sin suficientes recursos de apoyo.

Los esfuerzos por legislar en contra del acoso en línea y fortalecer las leyes de privacidad han fracasado en el pasado, dejando a muchos artistas desprotegidos. Algunas agencias surcoreanas, como Hybe, que maneja el fenómeno mundial BTS, han comenzado a tomar medidas legales para proteger a sus artistas del ciberacoso, pero los avances son lentos.

El estigma en torno a los trastornos mentales sigue siendo una barrera enorme en Corea del Sur, y expertos como Peter Jongho Na advierten que la sociedad ha estado ignorando esta crisis de salud mental durante décadas.

La historia de Kim Sae-ron es una tragedia que refleja la presión insostenible que enfrentan las celebridades en Corea del Sur. A pesar de sus intentos por reconstruir su vida, la constante persecución mediática y el escrutinio público la arrastraron hacia el abismo.

La muerte de Kim, como las de tantos otros antes que ella, sigue siendo un recordatorio doloroso de la necesidad urgente de una reforma en la forma en que tratamos a nuestros íconos culturales y la salud mental de aquellos que están en el ojo público.

Crédito fotográfico: CNN


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