Corea del Sur lidió este jueves con las secuelas de una tormenta de nieve excepcional que, por segundo día consecutivo, afectó gravemente la capital, Seúl, y otras áreas cercanas. Con más de 40 cm de nieve acumulada en algunos puntos de la ciudad, se registraron al menos cuatro muertes, la cancelación de más de 140 vuelos y la suspensión de operaciones de ferris, mientras que las condiciones meteorológicas comenzaron a mejorar en las primeras horas del día.
El jueves, Seúl experimentó la tercera nevada más fuerte desde que comenzaron los registros en 1907, según informó la agencia de noticias Yonhap. El día anterior, la ciudad batió el récord histórico de nevadas para el mes de noviembre, lo que dejó un panorama desolador, tanto para los residentes como para los viajeros. Las fuertes nevadas fueron causadas por un inusual choque de temperaturas: el agua del mar, más cálida de lo habitual, encontró corrientes de aire frío provenientes del norte, generando un clima extremo en la región.
Tragedia en el caos de la nieve
La tormenta de nieve no solo causó estragos en el transporte, sino también en la seguridad de los ciudadanos. A última hora del miércoles, un accidente fatal ocurrió en un campo de golf, donde un net de protección sobrecargado de nieve colapsó, matando a una persona e hiriendo a otras dos. Un incidente similar ocurrió en un aparcamiento, donde una carpa de protección también cedió debido al peso de la nieve, cobrando una víctima fatal más.
Además, los accidentes de tráfico en las carreteras orientales de Seúl cobraron al menos dos vidas adicionales. En la ciudad de Wonju, ubicada en la provincia de Gangwon, una colisión en cadena que involucró a 53 vehículos dejó 11 personas heridas. La nieve acumulada y la visibilidad reducida complicaron aún más las condiciones para los conductores.
Impacto en el transporte aéreo y marítimo
El aeropuerto internacional de Incheon, el principal de Seúl, fue el más afectado por la tormenta, con retrasos de hasta dos horas en promedio para los pasajeros. Un total de 142 vuelos fueron cancelados, mientras que 14% de las conexiones experimentaron demoras, según el sitio de seguimiento de vuelos Flightradar24. Además, 99 ferris fueron suspendidos en 76 rutas, afectando a miles de personas que dependían de este medio de transporte para sus desplazamientos.
En cuanto al transporte ferroviario, los trenes también sufrieron retrasos, exacerbando la situación para los viajeros en medio de la fuerte nevada. Las autoridades locales decidieron cerrar algunas escuelas en la provincia de Gyeonggi, adyacente a Seúl, como medida preventiva para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Un invierno inusualmente frío
La nevada de noviembre en Corea del Sur ha sorprendido a expertos meteorológicos, quienes apuntan a las temperaturas más cálidas del mar al oeste de la península coreana como un factor que intensificó el fenómeno. En el norte, en la vecina Corea del Norte, también se reportaron nevadas, aunque menos intensas, con más de 10 cm de nieve en algunas áreas entre el martes y el miércoles, según la televisora estatal norcoreana.
La tormenta ha puesto de relieve la vulnerabilidad de las infraestructuras del país ante fenómenos climáticos extremos. Con el cambio climático generando condiciones más impredecibles, se teme que estos eventos se repitan con mayor frecuencia en los próximos años, lo que podría tener repercusiones tanto para la seguridad de la población como para la estabilidad económica.
A pesar de las advertencias meteorológicas que fueron levantadas en la mañana del jueves, las autoridades continúan monitoreando la situación, mientras la ciudad de Seúl y otras áreas afectadas comienzan a recuperarse lentamente de una de las tormentas más fuertes que ha experimentado la región en décadas.
Crédito fotográfico: REUTERS/Kim Hong-ji