La población de Corea del Sur está en camino de reducirse en un tercio durante los próximos 50 años, según datos recientes del gobierno. Este alarmante pronóstico subraya los desafíos demográficos que enfrenta el país, que incluyen una baja tasa de natalidad y una población que envejece rápidamente.
Según el informe, la población de Corea del Sur, que actualmente es de aproximadamente 51 millones, podría disminuir a alrededor de 34 millones para el año 2074. Esta proyección se basa en la tasa de fertilidad actual del país, que es una de las más bajas del mundo, con solo 0.78 hijos por mujer en 2023. Para mantener una población estable, se necesita una tasa de fertilidad de al menos 2.1 hijos por mujer.
El envejecimiento de la población es otro factor crítico. Se espera que el número de personas mayores de 65 años se duplique en los próximos 30 años, alcanzando el 46.5% de la población total para 2054. Este cambio demográfico tendrá profundas implicaciones para la economía y el sistema de bienestar social del país. Con una población envejecida, habrá una mayor demanda de servicios de salud y pensiones, mientras que la fuerza laboral se reducirá, lo que podría limitar el crecimiento económico.
El gobierno surcoreano ha implementado varias políticas para intentar revertir estas tendencias, incluyendo incentivos financieros para las familias que tienen más hijos y programas para apoyar a los padres que trabajan. Sin embargo, hasta ahora, estos esfuerzos no han logrado aumentar significativamente la tasa de natalidad.
Además de las políticas de natalidad, el gobierno también está explorando otras soluciones, como la inmigración. Sin embargo, Corea del Sur ha sido históricamente un país homogéneo y ha tenido políticas de inmigración restrictivas. Cambiar esta tendencia requerirá un cambio cultural significativo y la implementación de políticas que faciliten la integración de los inmigrantes en la sociedad coreana.
El impacto de esta disminución de la población no se limitará a Corea del Sur. Como una de las economías más grandes de Asia, los cambios demográficos en Corea podrían tener repercusiones en la economía global. Una población en declive podría reducir la demanda de bienes y servicios, afectar las cadenas de suministro y alterar los mercados financieros internacionales.
La proyección de una disminución de un tercio en la población de Corea del Sur en los próximos 50 años plantea serios desafíos para el país. Las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de la población requieren una acción urgente y sostenida por parte del gobierno y la sociedad para mitigar los efectos negativos y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.